Aunque fuera de tiempo, ya en abril, se me da la gana de hablar de la mujer, lejos del día internacional de la mujer, fecha que más bien me parece ridícula y discrecional, por más que signifique la lucha en contra de la violencia de género, me parece que hay otras maneras más serias de enfrentar ese tema.
Mientras, prefiero dedicarnos un homenaje más cierto y olvidado.
En el mundo de la programación se olvida fácilmente que fue una mujer la que creó la programación.
Usualmente hay un prejuicio respecto a que las mujeres son mejores analistas que programadora, lo cual es bastante ridículo, más bien es una actividad que evolucionó, para nosotras, un escalón más alto, el elemento análisis es mucho más complejo y abarcador que el simplemente ejecutar, planear, analizar, obtener los resultados hipotéticos y convertirlos en hecho es una actividad que requiere de muchos más conocimientos y destrezas que programar.
Programar, siguiendo un plan de un análisis es una actividad casi de Perogrullo, sobre todo porque se usan elementos catalogados, disponibles.
Analizar requiere de creatividad, formación, experiencia, programar es un conocimiento que está en los libros, el análisis aporta inteligencia, organización y conocimientos amplios, que no sólo tienen que ver con los lenguajes de programación.
Sin embargo persiste la idea de que el trabajo “sucio”, lo realizan mejor los hombres, lo que no es más que más desconocimiento.
La primera programadora, fue una mujer. En los inicios de la computación era al revés, se menospreciaba la ejecución de acciones por medio del nuevo aparato, la computadora, entonces se relegó la actividad al sexo femenino, la primera mujer, Ana Byron, era una excelente matemática y estudiante de ciencias, estudiando el tema con Charles Babbage con la que llamaba su máquina analítica, generó algoritmos, instrucciones, que la máquina pudiera ejecutar en forma recursiva y controlada.
Esos algoritmos eran la multiplicación y otras operaciones, desde las más sencillas hasta las más complejas como calcular componentes numéricos de la secuencia de Bernoulli.
Era 1842 y había inventado la programación.
Acercándonos a la computadora más conocida, la ENIAC, también contó con una mujer Adele Katz, para operarla, que además tuvo la astucia de escribir manuales operativos y técnicos para formar a hombres que aprenderían a operar la computadora.
También conocida como Adele Goldstine, generó el concepto de medio de almacenamiento, memoria, y entre sus funciones capacitaba a mujeres, que eran especialistas en matemáticas y lógica.
Actualmente no sólo se ha perdido ese origen, sino que es común aceptar que cualquier programador que ni siquiera cree necesario tener nociones de matemáticas o conocimiento de lógica, para los que la palabra bit es un concepto vacío y desconoce aspectos primarios del funcionamiento de computadoras, abocándose a la programación en forma mecánica, repitiendo código que encuentra y copia y usa, sin demasiado conocimiento.
Si esto es bueno o malo, resulta en un concepto diferente a la excelencia, el mundo ha cambiado, hoy la conformidad del cliente es superior a la calidad del producto entregado. |