Estuve hablando con una persona que me contó, que las empresas que comercian imágenes, pronto contarán con los medios tecnológicos de codificar cada bit, de manera que si alguien sube esa imagen o una parte y la usa, los dueños podrían averiguar si es una imagen o parte, aunque sea un mínimo pixel proveniente de su empresa.
Para mi, el asunto es ridículo, porque entonces, lo que “aparece” en esa imagen a quién se lo pagan, por ejemplo, si sacan la imagen de una plaza, me la tienen que pagar a mi, que pago impuestos para sostener la plaza.
Luego, tomar una parte de una foto, que sea la plaza, por ejemplo, por qué no voy a tener derecho, si la plaza es mia, es de todos, es más, el empresario debería pagar por tomar esa foto.
Hay un aspecto parecido con el tema de la propiedad intelectual en Internet, hay una “figura” (no se puede llamar legal, sino intencional) que se denomina: canon digital, que propone el pago por parte de particulares (exceptuados empresas e industria, sí, qué descabellado), pagar un plus por la compra de un medio de almacenamiento digital, por ejemplo una USB, un DVD regrabable, bajo la presunción que se usará para contener un producto, película, libro digitalizado ILEGAL.
En otras palabras: los particulares son culpables aunque no sea cierto, y debido a ello, tenes que pagar como si lo fueras.
Es decir: impuesto a la presunción del posible, quizás, quién sabe, delito.
La excusa: con ese monto se compensa a autores, distribuidores, editores, artistas a los cuales se despoja de su obra, mediante una copia.
Cuando todos sabemos que dichos montos son un despojo a la gente que nunca va a parar a los bolsillos de los supuestos damnificados.
Una farsa de los comerciantes para afanar a los clientes.
Pues en España, alguien, la simple dueña de una tienda, la emprendió judicialmente contra el organismo, supuesto, controlador del canon, ya que ella se negó a cobrárselo a sus clientes, bajo la sensata fórmula de decir: no hago presunciones de para qué usan el material mis clientes, puede no ser para copiar material ilegal.
Un tiro para el lado de la cordura.
Ha ganado el juicio, y con ello ha sentado un precedente importante.
Aparecieron otros aspectos, como que tampoco puede calcularse el costo del prejuicio de material circulante ilegal, mucho menos pedir un monto basados en un número inexistente, parece que el organismo controlador del canon SGAE, pedía montos millonarios para luego “arreglar” rebajas, y con ello se llevaba puesta tiendas que se fundieron o quebraron, mientras ellos recababan pingues ganancias, sin que se pudiera demostrar en qué basaban las cifras solicitadas.
Ahora, con el juicio que perdieron, surgen dos cosas: hay que reformar la ley de protección intelectual, no hay que darle poderes a organismos con acciones ambiguas y sobre todo no dejarlos operar sin conocimiento preciso de cual es la infracción y cómo se comprueba.
Esto del canon digital me parece un modo de explotar un rubro, ya bordeando el absurdo, porque si vamos al caso, yo, hoy mismo, voy y registro la e.
A partir del momento en que me hago dueña de la e, todos los que usen la e, me tienen que pagar un canon de la e.
Paren un poco la mano con las ridiculeces.
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