Hoy creo que lo que quiero hacer es mostrarte cómo la ira puede llegar en momentos que menos lo esperamos y de forma tal que cuando nos damos cuenta ya estamos abatidos por ella y así caemos nuevamente en uno de esos momentos que realmente no nos gusta vivir y por supuesto a los que nos aman y nos tienen que aguantar tampoco les gusta que lo vivamos, pues no solo nos afectamos nosotros como individuos sino que afectamos y dañamos nuestro entorno.
La ira es un sentimiento natural y créeme que cualquier persona independientemente de su edad, se enoja por algún motivo. Pero hay una condición de la ira o el enojo que se presenta por un motivo específico, y ese motivo se presenta cuando tú condición física no es buena, y si estás sufriendo por ejemplo dolores o molestias, o algunas enfermedad, y por ello, te enojas a menudo sin razón.
Esto te proporcionará más desventajas. Si tu enfermedad no te permite salir a buscar ayuda para abandonar la ira, es donde tienes que empezar a pensar en alguna forma de solucionarla para poder transmutar esa ira en otra cosa, pues claramente no va a ser sano para ti ni físicamente ni emocionalmente que la reprimas y claro está si te vas al otro extremo y la expresas ampliamente, pues ya puedes imaginarte las consecuencias de ello, como por ejemplo el hacerle daño a los seres que más amas, y estoy absolutamente segura que eso es exactamente opuesto a lo que quieres para los que amas.
Así las cosas, cuando ya puedes darte cuenta que estas sufriendo de esos ataques de ira y más aún cuando puedes identificar que ellos están relacionados con tú condición física, haz un ALTO y empieza a hacer un plan para poder transmutar la energía de la ira en otro tipo de energías, pues como tú lo sabes nosotros somos seres de energía y la energía se transmuta; puede sonarte raro, pero así son las cosas, y si identificas las causales que afectan tus emociones y tus estados de ánimo, ya tenemos un camino largo recorrido y podemos empezar a recorrer el camino que nos hace falta para llegar a controlar tú ira.
Tú amiga,
Maria Davidson M.
Dedicada a tú felicidad.
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