¿Nos recordarán quizá como la generación que más daño le hizo al planeta?
Es una pregunta que probablemente cruce nuestra mente cuando vemos contenedores por las calles.
Es natural sentir algo de miedo al pensar que la contaminación no tiene control y que cualquier esfuerzo individual parece vano. Sin embargo, debemos recordar que si tantas iniciativas medioambientales han tenido éxito, ha sido gracias a esfuerzos individuales que poco a poco han ido teniendo acogida en otros.
El reciclaje nos da alternativas para preservar la ecología. Todos sabemos que el papel se fabrica a partir de fibra vegetal extraída de los árboles.
Todos tenemos contacto con el papel a diario: en casa tenemos servilletas de papel, en las aulas, las oficinashay papel por todos los lados y de seguro tiene ahora algunos papeles en sus bolsillos.
Sabiendo de la importancia que tiene el reciclaje de papel, una muy buena práctica que ayudará al mantenimiento del planeta es reciclar papel en casa.
¿Cómo hacerlo? –se preguntará. Es muy sencillo.
Lo primero que debe hacer es conservar la mayor cantidad de papel posible evitando depositarlos en los contenedores carga lateral de las calles.
Tendrá que conseguir una licuadora, un bastidor y una plancha.
El proceso es tan sencillo y divertido que bastan solo unas líneas para describirlo:
-Rompa el papel en trozos pequeños y déjelos en remojo durante un día en un balde con agua.
-Luego, con las manos, amase y exprima la masa de papel y échelo en el bastidor extendiéndolo de forma que alcance el tamaño que desee darle al nuevo papel.
-Cuando esté casi seco, sólo tiene que pasar la plancha para alisarlo y ¡listo!
Es más sencillo de lo que creemos aportar un granito de arena para la conservación del mundo en el que vivimos. |