La inmobiliaria Mazzei Propiedades, recibe consultas sobre inversiones, ya que a pesar de la coyuntura económica, se presenta una dualidad, al no poder atesorar divisa extranjera, la mirada se vuelve al mercado interno; mientras algunos prefieren comprar productos, otros, insisten con alternativas confiando en las inmobiliarias.
En ambos actos, se encuentra la respuesta, los productos requieren espacio, ya sea para desalojo de los anteriores, ya sea para resguardar lo que se tiene en exceso, luego, el impulso a la reactivación de la industria nacional requiere de especificidades de espacio, y de geografía.
Sobre todo en algunos rubros, como el de la medicina.
En esta dirección, hay un equilibrio entre el movimiento de viviendas, que en el caso de las ventas, se encuentra paralizado, aunque se ha reactivado el de alquileres de propiedades.
Los dueños, que antes vendían, prefieren mantener la propiedad y colocarlas en alquiler.
Mientras las ventas están en retroceso, crecen las ofertas de alquileres.
Con los depósitos, se equilibra la balanza.
Los inmuebles aptos para depósitos están siendo tomados por el sector industrial, y aunque ha aumentado en precios, es el rubro que se va activando, en la medida que la zonificación industrial requiere de espacios con cercanía a la capital, como un modo de aliviar la problemática de la distribución y del traslado.
La rentabilidad de los depósitos, cobra importancia, no sólo porque los inversionistas son industriales o negociantes, o porque el espacio es más importante, sino porque como proyecto de inversión, es una alternativa interesante frente al complicado escenario económico, en comparación con otras opciones.
El movimiento de alquiler de locales, se ha visto afectado por las trabas a la importación, pero son espacios pequeños, de difícil tránsito vehicular, como en Av. Santa Fé o Florida, pero está equilibrándose con el movimiento de alquiler o compra de depósitos, cuya demanda va en aumento en lo que va del año 2012.
Hay laboratorios medicinales que están ocupando las avenidas con circulación vehicular desahogada, como lo que ocurre en Av. Córdoba, al borde entre barrio Norte y Balvanera, requieren de depósitos cercanos, con lo que terrenos o locales alrededor cuentan con importante consulta en las inmobiliarias.
Empresas autopartistas, empresas de distribución de golosinas, que cuentan con importante clientela, atomizadas en diferentes zonas, consideradas aledañas al centro mismo, como los son la avenida Pueyrredón, donde hay confluencia de varios rubros: motos, universidades, centro medicinales.
Se ha notado también, un incremento en espacios comerciales que luego se parcelan, debido al movimiento comercial textil, en zonas consideradas céntricas, como en la calle Corrientes, cerca del Shopping Abasto.
Se reconfiguran los locales y la distribución cambia. Aunque se van cerrando locales en lugares beneficiosos, se van mudando de zonas, reconfigurando la zona de operación comercial de la ciudad.
En lo que las inmobiliarias están de acuerdo, es que aunque se pagan en pesos, tanto alquileres como ventas, el precio se fija en dólares. Al momento de la concreción de la operación, se toma al cambio que permite la reinversión, lo que hace que este tipo de inversión vaya de la mano de un intercambio de operaciones.
Cuando la política cambiaria al momento de la operación lo permite, es decir, la reconversión de la inversión en otro inmueble, o directamente a sostener el valor en moneda extranjera, la operación se concreta al cambio que permita la operatoria completa.
Con ello, la inflación de la economía acompaña el precio de los inmuebles.