Argentina, como en el resto del mundo, presenta una problemática económica particular, que en la forma del control de moneda extranjera, no hace más que revelar que estamos en un momento de cuenta regresiva frente a la necesidad de recursos.
Ya hemos mencionado que entre las inquietudes de la inmobiliaria Mazzei Propiedades, está en proceso el estudio de las grandes problemáticas de las ciudades, el transporte, el agua, las emisiones contaminantes y a todo ello se le agrega los nuevos conceptos para transformar la vivienda en espacio de trabajo además, todo ello de la mano de la tecnología.
Aunque parezcan generalidades y en otras ocasiones hemos comentado cómo se llevan a cabo, en diferentes partes del mundo, emprendimientos en cada uno de estos aspectos, en los estudios de Arquitectura se promueve un concepto que va más allá de la arquitectura portable, es decir del traslado de la vivienda.
Y esto se debe a que más allá de la vivienda personal, del edificio del futuro, hay un entorno público que contribuye y aporta al concepto, hospitales, paseos de compra, restaurantes.
La idea de un sistema constructivo con módulos combinables, livianos, transportables se combina con los dispositivos hogareños como inodoros, piletas, bidet, e implementos de cocina.
La problemática del desagüe público es uno de los ítems importantes, además de la obtención de energía y agua, el plan de tratamiento y reutilización de deshechos forma parte de cualquier proyecto de sustentabilidad en el inmueble.
Queda claro que en cualquier proyecto futuro de inmuebles es importante todo lo que signifique preservar espacios verdes, lo que compite con el espacio de las construcciones que su vez incide en los costos de la vivienda.
La idea de que la vivienda es ahora la piel de un espacio verde ejemplifica el cambio de paradigma en la concepción del espacio urbano.
En conjunto a estos desafíos, el ladrillo macizo, es un tema a analizar, ya que parece quedar como una forma obsoleta de construcción frente a ideas de arquitectura de movilidad o estructuras livianas.
Aunque en otros países se ha cambiado el uso del ladrillo por la madera, no es un cambio importante desde el punto de vista que mencionamos, el ahorro de recursos de energía, sino por el contrario ha trasladado la devastación de recursos, desde la tierra a los árboles, recurso complejo en renovación.
La idea es crear espacios verdes, no devastarlos o sacrificarlos por portabilidad.
Estamos en un límite, en muchos aspectos, ya que la respuesta de la portabilidad, en algunos casos, está en el uso de metales livianos, pero la problemática de la explotación minera, ya está en todos los diarios, no parece viable en el estado actual, no sólo por el uso de energía, sino por lo altos riesgos contaminantes.
Parece que no queda más otra fuente que lo ya hecho.
Desde la inmobiliaria Mazzei Propiedades se propone el estudio de la reutilización de materiales, la revalorización de los deshechos incluyendo los deshechos tecnológicos que son los que están causando un mayor problema en la recuperación de espacios incontaminados.
Actualmente se estudia en Argentina la huella del carbono con información sobre los gases del efecto invernadero, aunque desde las universidades y en todo el mundo hay serias advertencias al respecto, por contraste, las economías consideradas saludables imponen el crecimiento en la venta de productos que actúan negativamente sobre la atmósfera, como la venta de automóviles o maquinaria contaminante.
Se impone un mayor análisis en la realización de construcciones, teniendo en cuenta el proceso de obtención de materias primas, proceso de fabricación y transporte, así como el destino del material sobrante y de desecho.
El desafío es conjugar esta problemática con una situación que parece ir en contra de las posibilidades para las inmobiliarias desarrolladoras como la inmobiliaria Mazzei Propiedades, cercada actualmente por la situación del control del dólar a la que se suma la situación de control impositivo que desde los organismos estatales se traslada a las inmobiliarias.
Es un momento de difícil convivencia entre la preocupación por el futuro de la construcción y la situación presente.