Volver a la fuente con propuestas en paredes y balcones es la próxima revolución, vaticinan algunos.
Ya habíamos anunciado que en el edificio del futuro sería fundamental el diseño de jardines auto conservables que sanearan por sí mismos el entorno del edificio.
También comentamos sobre disposiciones del gobierno para ofrecer regalías en impuestos para aquellos propietarios que se sumaran a la propuesta de Techos verdes.
Dejando de lado los incentivos para que tomemos conciencia que la necesidad de vivienda es creciente y que con ello la ciudad sufre las consecuencias en forma de disminución de espacios verdes y pulmones de manzana, no es necesario esperar retribución ni demasiado espacio extra para una propuesta que involucre decisiones, que además de belleza, involucra el estado de salud de los edificios, el entorno, el barrio.
Ya hay empresas que ofrecen lo que se llama servicios Ecosistémicos, que incluyen infraestructura y asesoramiento en convertir su casa, edificio o departamento en ambientes de saneamiento urbano.
Se propone paredes y muros verdes, jardines verticales; se viene la biocultura, la concientización de que podemos, en pequeña escala cambiar la gran escala.
No es una idea descabellada, si se exigiera que en cada departamento que hay un aire acondicionado se incluyera un jardín vertical, se podría paliar los efectos negativos en parte.
Si la suma de los dispositivos eléctricos ha generado la situación actual que afecta a la capa de ozono, con la misma cantidad de jardines verticales, tal vez se podría revertir el proceso.
Los jardines verticales ya son usados y difundiendo en Europa, transforma las ciudades y se usan en hoteles, oficinas, estacionamientos, por ahora, parecen opciones de grandes conglomerados, de empresas o edificios públicos, falta que la población tome conciencia que es una opción viable, no es tan cara, aunque requiere de asesoramiento y elementos especiales, lo “hecho en casa”, puede resultar en lo contrario, ya que la biodiversidad presenta interacción con el ambiente en muchos sentidos.
No solamente en el aspecto de la humedad, que provoca el deterioro de las construcciones, sino en la intervención de los propios elementos verdes, plantas que son la sede en la que insectos de toda naturaleza utilizan y los cuales son beneficiosos o no, en función de la convivencia con el ecosistema en el cual se le permite actuar.
Se ha demostrado que la experiencia, controlada, es beneficiosa en forma notable, se realizan con sistema hidropónicos modulares, que no requiere tierra, irrigándose con canales diseñados especialmente.
La inmobiliaria Mazzei Propiedades tiene en cuenta los modelos exitosos en el mundo, como la construcción del Metro de Edgware Road en pleno centro londinense, que se calcula aportará a modificar la calidad del aire de la ciudad, que ya sufre las consecuencias de todas las ciudades, la polución; proyecto que es monitoreado por científicos, pues de esa experiencia se espera aprender lo suficiente como para exportar el proyecto, como una medida frente a la creciente construcción.
El proyecto incluye un análisis detallado de las plantas, que ya muestran materia contaminante que se va adhiriendo.
Como las hojas cuentan con una carga electrostática que atrae partículas, el jardín vertical, es a su vez un biolaboratorio.
Ya se habla de cultivar alimentos en jardines verticales en cuanto se sepa cómo reacciona el medio ambiente y teniendo en cuenta que la polución no afecte a la calidad de los cultivos.
Si además de mejorar el aire, proveyera de alimentos, no hay duda que los jardines verticales son un método constructivo más que interesante para sumar al Edificio del futuro.