La situación de las operaciones inmobiliarias se ven enrarecidas debido a la aparición de nuevas normas que parecen a propósito para entorpecer el normal desenvolvimiento de las inversiones en propiedades.
Ya hubo una vacilación en el mercado respecto al control de la compra de dólares que provocó que muchas operaciones pactadas a futuro se detuvieran, frente a la inseguridad sobre la operatoria en dólares.
El segundo golpe vino con la normativa de sujeto obligado, que implica la intervención de las inmobiliarias en el origen o declaración del clientes sobre el origen del monto para la inversión, aún no se conoce mucho sobre la realidad de ésta última propuesta, en principio porque constituye una actividad que detenta el estado que está transfiriendo hacia las inmobiliarias, cuando la única opción que se puede solicitar es alguna especie de declaración jurada o no se conoce instrumento que pueda hacer que las inmobiliarias conozcan datos o fiscalicen datos, que ni la misma AFIP puede controlar.
Para lo segundo, apareció una idea que no es para estudiar: el intercambio.
La dificultad para la compra de inmuebles es también la dificultad para su venta, de manera que esta fórmula alternativa, sería una buena forma de acceder a una propiedad, tal vez en ese barrio en el que siempre se quiso vivir, o cambiar de departamento por razones de cercanía al trabajo o razones médicas o decenas de situaciones a las que los altos precios y las dificultades para la compra de un departamento nos tiene inmovilizados desde hace unos años.
La idea, se está difundiendo especialmente en España, país asolado por la burbuja inmobiliaria, que mediante las inmobiliarias, están formando grupos para organizarse y analizar esta propuesta de permuta que implicaría nuevas operatorias, nuevas tasaciones y en lo posibles sin montos de por medio que impliquen entrar en una rueda de convenios, normas y transacciones que cuando menos son poco claras.
Hay un poco la sensación de que hay medidas nuevas que sobresaltan el mercado constantemente, las operaciones a largo plazo se han complicado y el acceso a la financiación bancaria es casi nulo.
La modalidad de intercambio, Tu casa por mi casa, es tal vez una interesante opción, sobre todo porque permite un avalúo previo, minimizando riesgos; el intercambio es claro, con la inmobiliaria como intermediaria que facilitaría todos los elementos necesarios, la tasación, la transferencia, los contratos necesarios.
Permutar viviendas parece una opción para aquellas personas que aspiran a mudarse en vez de invertir, evitando con ello las operaciones de venta por un lado y compra por el otro, que con las novedades últimas se han convertido en una carrera de obstáculos.
Desde la inmobiliaria Mazzei Propiedades, con sus emprendimientos y propiedades, cuenta con un stock interesante para propuestas de todo tipo, en el centro, en la costa, en barrios, sobre todo porque cuenta con sucursales en otros países, Uruguay, Miami, de manera que su cartera es amplia y variada.
La figura de la permuta contempla intercambiar una cosa por otra, pero nada impide que haya variaciones en los convenios cuando se quiere aspirar a crecer con la inversión en el inmueble.
Ante la inexistencia de accesos a préstamos hipotecarios, cambiar de domicilio tal vez no sea inalcanzable, será cuestión de afinar la imaginación y consultar.