Esa figura de inversión propuesta por las inmobiliarias, desde hace tiempo ya, está demostrando su solidez, cada vez pisando más fuerte.
Las propiedades siempre han sido un refugio seguro para las inversiones, actualmente hay muchas propuestas en edificios con servicios más que interesantes, de lujo, en ubicaciones con potencial, como las propuestas de Tigre Rincón de Milberg, con departamentos de 2 y 3 ambientes, algunos en Dúplex, con terraza, pileta, gimnasio, cocheras; ubicados en una zona en expansión, con excelentes accesos y transporte, con vista el rio Reconquista.
El entorno de esta propuesta incluye un complejo urbanístico importante con entretenimiento y oficinas aptas para profesionales que contribuye al desarrollo de la zona como polo atractivo para la inversión.
Luego hay emprendimientos con ubicación en zonas que siempre han sido interesantes por la cercanía a espacios de concurrencia importante, como la zona de Congreso.
Una interesante propuesta está en curso, el proyecto Tango Work and Live, En Rivadavia 1900, fideicomiso en pesos, con los problemas que está generando la operatoria dólar para los indecisos, esta es una gran oportunidad, el edificio tienen previsto 16 pisos, piscina olímpica climatizada, Gimnasio, Spa, espacios de reunión con parrilla incluida, Solárium, servicios de Wi FI, seguridad y otros, con posibilidades de financiación cómoda, excelente para inversión.
Mientras el mercado se agita con la incertidumbre del operatorio dólar, los fideicomisos se presentan como una inversión firme, que no se vio afectada por la improvisación de la medida que implicó una marcha atrás, al menos con las operaciones ya en marcha en dólares.
Como la incidencia del dólar está en el valor de la tierra, más que nada, los fideicomisos que ya cuentan con ese insumo siguen su desarrollo sin verse mayormente afectados, hasta que se vea el efecto y reacción de los inversores.
En realidad, la preocupación que más inquieta es la suspensión de los subsidios a los servicios que afectan el costo de las propiedades, gas, luz, agua; y sobre todo en la forma en que se llevará a cabo estas acciones.
Por ahora, se han publicado las zonas que se verán afectadas, al menos al principio, pero no hay mucha idea sobre cómo afectará en el bolsillo de los usuarios, que a su vez se desplazará a las inversiones en propiedades.
La propuesta más desconcertante en esa dirección es la puesta en marcha de un sistema que permitirá a los propietarios a renunciar a los subsidios, bajo la especulación que la población apoyaría la gestión del gobierno y se mostraría de acuerdo en la quita de esos beneficios.
Algunos rumores en la city expresan que si bien la nueva operatoria dólar intenta alentar el uso de los servicios bancarios para el movimiento de dinero, tal situación no se da, y sin la bancarización, la economía no se mueve en el sentido del consumo.
Las operaciones inmobiliarias ya se encontraban bajo el control de la bancarización, de manera que el control de la compra de dólar no debería retener las operaciones en marcha, salvo las demoras provocadas por la desinformación de cómo se efectuarían los controles.
Desde el sector inmobiliario se consideran que las trabas no son beneficiosas, sobre todo cuando son innecesarias, y encima, para completar el cuadro, los anuncios de la quita de subsidios a los servicios afectan al precio de las propiedades.
Si en un principio, cuando la flexibilización para la compra de dólares en la gestión inmobiliaria, al menos para los pocos créditos inmobiliarios generó alivio, los anuncios recientes sobre la quita de los subsidios volvieron a provocar intranquilidad en el sector inmobiliario.
Mientras, entonces los que ya habían optado por la figura del fideicomiso han obtenido el beneficio de adelantarse a estos sucesos.
No me parece bien que sólo ese sector se vea beneficiado, por más que creo que tener vivienda es algo fundamental en cualquier sociedad, pero no de esta manera.
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