A raíz de la burbuja inmobiliaria, los bancos se han convertido en verdaderas nubes de inmuebles. Se quedaron con los inmuebles, pero sin posibilidad de colocarlos en algún tipo de mercado, ya que los costos quedaron fuera del bolsillo medio.
Debido a la situación se generaron profundas brechas entre estamentos sociales, en las clases bajas la vivienda social viene a sustituir la falta de vivienda, luego están las inversiones de alta gama, que es prácticamente la oferta actual, inversiones que apuntan a edificios de alta calidad con ofertas de servicios considerados de lujo.
En el medio, la gran mayoría, con un bolsillo excedido de la vivienda social y magro para la oferta inmobiliaria actual.
Se ha generado, debido a ello una conversión del tipo de inversión en este sector de la población que suele estimar entre inversiones inmobiliarias alternativas, la compra de oro o de moneda extranjera.
Es la población, a su vez, a la que los bancos les conviene captar, ya que tener gran cantidad de viviendas en mano de los bancos exige en lo administrativo gastos que no significan activos, sino pérdidas.
La figura del fideicomiso, tan de moda, presenta otras características, implican proyectos desde la adquisición del terreno y un tipo concreto de inversión de largo a mediano plazo; no es el caso de la gran masa que busca vivienda, en una ciudad en la que cada vez hay menos espacio.
En la realidad, estas casas o departamentos en mano de los bancos no tendrían otro destino más que ser colocados a precios por debajo de su valor nominal, esto generaría un movimiento de los precios de inmuebles que a su vez haría subir la apuesta de los edificios a futuro, en el sentido del confort, servicios y lugar a construir.
Hace poco se publicó un listado de Bancos a los que son necesario rescatar, debido a la crisis en Grecia, casi todos cuentan con sucursales en Argentina, estos bancos, pobres en liquidez, pero ricos en propiedades se ven en la disyuntiva de vender ese capital inmobiliario a precios de oportunidades, por ello está creciendo la creación de financieras que buscan capitales para aprovechar la situación.
Por ejemplo el Banco Santander que es una de las entidades bancarias que cuenta con un importante stock de inmuebles, con sede principal en España, e importante presencia en Argentina, país afectado por la burbuja inmobiliaria, ha anunciado que planean vender su cartera de inmuebles.
Lo que es cierto es que es perentorio deshacerse de los activos inmobiliarios, pues son inversiones que se afectan con el tiempo, lo que no se sabe aún es la instrumentación de esta intención.
Algunas financieras ya se encuentran tanteando los “mercados bancarios”, en búsqueda de oportunidades con este capital inmobiliario que requiere llegar a la población que por ahora es la que menos oportunidad tiene, el bolsillo medio.