Las formas del comercio se revitalizan con los cambios de perspectivas, en el año anterior, la industria textil y la gastronómica han sido las de mayor crecimiento: el éxito, no aparece sólo, vino de la mano de estrategias comerciales como los descuentos por días, convenios con tarjetas, y una extensa variedad de alternativas en los productos.
Hay cocina criolla, árabe, china y diversidades; y otras tantas variedades en diseño de indumentarias así como géneros textiles, gustos; la oferta es ecléctica y se está instalando en los gustos locales.
Del mismo modo, las ofertas inmobiliarias acompañan los vaivenes de la moda y el consumo.
La oferta llamada outlet, que son artículos de moda pasada y en algunos casos artículos de segunda categoría, son los polos de atracción que más se han destacado, tanto en el 2010 como el año actual, los sitios de Villa Crespo y Barracas, de alto crecimiento comercial, también continúa abriendo nuevos locales comerciales.
La característica de los barrios es el alto tráfico vehicular, que no tarda en convertirse en lugares de paseo y por lo tanto atracción para expandirse y por supuesto para inversión inmobiliaria.
También hay una gran expansión de pequeños supermercados, negocios de menor envergadura que los grandes supermercados, con necesidades edilicias particulares, los que los hace indicadores de estabilidad comercial de la zona.
Aunque siempre han existido sitios comerciales históricos de venta específica como ocurre en Warnes, zona de comercio de autopartes y cueros, o Belgrano para mueblerías, las zonas se van expandiendo. El aumento del consumo ha sido más o menos constante bajo la administración actual y en vistas de los resultados de las elecciones primarias, parece que la situación se va a mantener.
Hay espacios que por históricos, son exitosos desde siempre, estos son los espacios de subterráneos, dentro y en las salidas, en vista de la nueva red de subterráneos, la configuración de locales alrededor de las nuevas vías de tránsito, son interesantes para las inmobiliarias.
El escenario de inversiones en bienes raíces depende de la renta, y ya no hay un solo espacio de cotización comercial, como lo es históricamente la calle Florida o Avenida Santa Fé, los espacios turísticos se comparten, hay muchas variaciones, alzas y bajas, pero la demanda sigue creciendo en el mercado inmobiliario.
Las empresas, por lo mismo, crecen, o necesitan expandirse para crecer, de manera que cabe esperar una fuerte puja del mercado demandante para aguzar el ingenio de las inmobiliarias para encontrar el modo de satisfacer esas necesidades.
Más allá de las inversiones lo que es cierto es que la vivienda está en falta, el bolsillo común está obligado al alquiler de departamento.
Desde siempre las actividades de estudiantes del interior que arriban a la ciudad con la intención de perfeccionamiento, chocan con la realidad del consumo que abraza los mismos espacios.
Del mismo modo que la indumentaria, entretenimiento, gastronomía, los hospitales, centros asistenciales, sanatorios y predios universitarios invaden espacios destinados a zonas residenciales; algunos ejemplos son las Universidad Kennedy con sus edificios salpicados en la zona de Balvanera, lo que hace a sus edificios aledaños aptos para estudiantes.
O la última inauguración del Sanatorio Güemes en plena zona residencial.
Para el que circula por Av. Cordoba desde Callao y hasta el límite comercial, encontrará diversos centros asistenciales, centro de investigaciones médicas en diversos rubros y sanatorios, algunos en construcción; éste corredor de centros médicos desemboca en una de las zonas comerciales paradigmáticas de venta de indumentarias.
Esta avenida cuenta con medios de transportes muy interesantes, lindada por las dos líneas de Subte más utilizadas, la B y la D, cortada ahora transversalmente por la nueva línea H, es un buen indicador de la transformación de la ciudad y del interés de las inmobiliarias en contar entre sus ofertas con inmuebles que presenten un entorno interesante para las nuevas posibilidades de la ciudad.