Nuestro lugar es siempre el lugar, de manera que no es para alarmarse sobre el precio del metro cuadrado en Argentina, no es más que un número por ese lugar que tanto hemos deseado.
1950 dólares el precio del metro cuadrado en un edificio terminado en la zona de Palermo, hace que miremos el número un par de veces para estar seguros que no se habla de un año.
Un edificio nuevo, cuyo proyecto inmobiliario seguramente no contempló la posibilidad que sería mucho más caro que lo mismo en Miami.
Aunque la lógica del mercado sea inanalizable, Buenos Aires está tan costoso como si viviéramos en Europa, donde el crecimiento edilicio es casi un milagro, pues suele no haber espacio para construir más.
Mismo en Portugal donde los edificios que son antiguos y muy deteriorados, con un costo por inmueble entre los más altos del mundo, no está tan caro, en relación a condiciones del país, como en Argentina.
El fantasma de la burbuja sobrevuela la explicación de la situación que parece que no tiene techo, pero que en algún momento va a estallar.
En ese sentido, el nivel de endeudamiento, respeto al tipo de operaciones hipotecarias no tiene la importancia del que había en España cuando pasó el desastre, en Argentina, el crédito hipotecario es de apenas del 6 % en Argentina; aun así el crecimiento peligroso se debe en parte a la inyección de los ingresos debido a la exportación del grano.
Aunque para el hogar propio no haya precio que se cuestione, si se cuenta con las posibilidades, en cuanto a las inversiones, el asunto cambia.
Los precios no van a disminuir, ya que las condiciones se sostienen, el excedente de solicitudes respecto a las ofertas; tampoco parece que fuera a cambiar la tendencia de las inversiones en ladrillo, que siempre es un recurso fuerte a la hora de considerar un ahorro, frente a la compra del dólar o plazos fijos, la compra de un inmueble sigue siendo la mejor inversión, ya sea en la compra directa o en la forma del fideicomiso.
Bajo estas circunstancias, la mejor opción parece, es mirar hacia Miami.
Unainmobiliaria que tenga entre sus ofertas inversiones en Miami, podría perfectamente aprovechar el alerta del mercado.
Estamos en dirección opuesta al resto del planeta, mientras en las plazas fundamentales, Estados Unidos y Europa los precios de los inmuebles tienen a bajar, efecto quizás de las acciones que se realizan por desinflar la burbuja, en donde en España bajaron alrededor del 25%, en Estados Unidos bajaron hasta en un 80%, la crisis inmobiliaria desplomó el valor del inmueble, y las condiciones de adquisición son complejas, ya que es probable que si se quieren adquirir, se toman con deudas incluídas.
En el marco actual, la más atractiva de las inversiones se encuentra en Miami, con edificios a estrenar, con precios casi al costo, en relación a la misma inversión en Argentina.
Por ser un año electoral, es posible que haya un sobrevaluo inmobiliario, pero tampoco hay necesidad de sostener el crecimiento de precios de inmuebles que parece desajustado con la realidad del bolsillo común.
También hay que tener en cuenta que el excesivo precio es un indicador de que la inversión en Argentina de inmuebles ofrece cierta confianza; nos estamos convirtiendo en un país cuya producción está comenzando a llamar la atención de inversores; empieza por losbienes raíces, pero se benefician otros productos y contribuyen otros productos.