A misma época en 2010, el crecimiento del sector ha sido considerable, sin embargo en año electoral, es posible que las actividades se estabilicen e incluso disminuyan.
Esto se debe a que la economía se mueve al ritmo de la política, según quién sea el favorecido el mercado inmobiliario será o no la mejor opción, piensan algunos inversionistas.
En cierto modo, aunque parezca irónico, la inflación y el casi inalcanzable o inexistente crédito hipotecario, con efectos residuales de la burbuja que aún no se recupera, ha favorecido las inversiones de alto nivel, tradicionalmente lainversión en inmuebles es una de las inversiones favoritas.
Históricamente sus competidores, el dólar o los plazos fijos, han quedado definitivamente atrás, con tasas de interés bajos e inconvenientes.
En conclusión todo depende de las acciones que la nueva administración implemente para la inflación que ya está prácticamente sin control.
La expectativas son que mientras el excedente del agro a puesto en la vidrierainmuebles de barrio norte o de alta gama con posibilidades de adquisición, en la segunda mitad del año, serán los inmuebles más modestos, departamentos de 1 o 2 ambientes, en zonas de potencial crecimiento, incluso hay especulaciones por consultas diversas de los inversores, de migrar a barrios cerrados o de lugares apartados de la ciudad.
También se prevé un alza en los precios de los inmuebles, lo cual implicará un traslado de la inflación a los alquileres, y por ello hacia la decisión de la compra.
Aliviar el presupuesto familiar del pago de alquileres altos es uno de los factores que siempre han favorecido al sector inmobiliario, actualmente, las pocas ofertas de créditos coloca las cuotas a un nivel alejado del bolsillo común o de la clase media, que se ha quedado obligatoriamente en el alquiler, sin embargo, la suba de expensas y servicios, ha volcado el mercado del pequeño inversionista hacia otras opciones, por ejemplo las cocheras.
El mercado creciente de automóviles impacta directamente en las cocheras.
Aunque es política, tanto del gobierno Nacional como de la ciudad, desalentar el ingreso de autos a la capital, y permanentemente generan ideas para evitarlo, la realidad es que la venta de automóviles crece, y que por alguna razón el congestionamiento del tránsito, las demoras, el costo de estacionamientos no impide la práctica de moverse en el vehículo propio.
Esa situación ha volcado la inversión menor hacia las cocheras. Desde el punto de vista de la rentabilidad, calculando la inversión por unidad de superficie, mantenimiento y servicios, las cocheras, tanto en terrenos para su construcción, como directamente la cochera, resultó en una inversión modesta, plausible y al alcance de un bolsillo que puede acceder a un auto.
La construcción de cocheras, probablemente sea la opción que más se utilizará, no está muy comprometida con los resultados electorales, y es una inversión modesta y laudable para un bolsillo mediano.
Hubo algunas especulaciones respecto a la creación de instrumentos financiero que favorezcan los créditos, como consecuencia de capturar votos por parte del oficialismo, pero tales señales no han ocurrido.
Principalmente, para el bolsillo mediano, la opción del fideicomiso sigue siendo un tipo de inversión interesante.