Me ha surgido la pregunta sobre dónde se compra una escuela.
Cada vez que hay paro en alguna escuela, colegio.
El mal estado edilicio parece ser la causa últimamente.
¿Entonces, qué inmobiliaria se ocupa de los edificios que pueden servir para escuelas?
A algunos la idea les puede parecer descabellada, sin embargo, es bastante común encontrar propuestas inmobiliarias, con iguales necesidades o parecidas.
La reconversión laboral está provocando una situación de mutación en el aspecto formativo, las personas comienzan a trabajar casi en paralelo con la formación secundaria, es por ello que los centros formativos se acercan a los lugares de trabajo y son reducidos en horarios o en horarios convenientemente sincronizados con los horarios comerciales.
Las ofertas comerciales interesantes para pequeños centros de estudios, se acomodan a la cercanía de los lugares de trabajo en el centro.
En este momento hay un antecedente interesante de padres que se reunieron para comprar una escuela, con más de 100 años para asegurar la asistencia de los hijos, es la escuela primaria Nº 21 del Distrito escuela Nº 11, María Sklodowska de Curie. Los padres de 450 chicos que asisten al establecimiento se pusieron de acuerdo en adquirir el edificio, y gestionaron ante el Gobierno de la Ciudad la escrituración.
La idea, creo, será como una mecha encendida, un llamado de atención, una indicación de que es posible y quizás necesario comenzar a involucrarse en las posibilidades de educación de los niños y que esa función no es meramente la compra de útiles, guardapolvos y rezar para que este año la maestra sea buena, sino iniciar la idea que hay otras posibilidades que van más allá de lo mínimo, asegurar el espacio, la continuidad.
En otro orden de la educación, la escuela, no es el único medio, sobre todo en un futuro de formación muy cuestionado, aunque siempre ha sido motivo de controversia la formación en las universidades, ya que la época de la elección por la “vocación”, deja paso a la elección por la necesidad, sumado a ellos la educación informal o autodidacta que facilita la Internet, y por lo tanto los trabajos virtuales, hay que ver que puede ser una gran inversión los inmuebles aptos para pequeños o medianos centros formativos, donde se puedan impartir clases o cursos más adecuados a las posibilidades laborales actuales, el trabajo en casa, por ejemplo, acomodados al bolsillo común y en tiempos ajustados a esta nueva realidad del trabajo en casa o trabajo virtual.
Otras propuestas, con el mismo espíritu, pero acercando el centro formativo a los barrios, es también interesante para considerar, por las mismas razones: acercar el centro formativo a donde se encuentren los trabajos de las personas que los necesitan.
Por ejemplo, me gusta el edificio en estilo Frances que está en Avellaneda al 800, con 7 ambientes, y dos pisos, los edificios con molduras francesas, carpintería de la época, robusta, duradera y pisos de madera siempre han ofrecido un clima de calidez asegurada, un ambiente ideal para convocar al estudio.
Este tipo de edificio, se ofrecen usualmente para clínicas, o Spa, pues hace rato que los lugares de salud han asumido que deben acercarse a la gente y se distribuyen por la ciudad, el centro y los barrios.
Esa misma idea, creo que es viable para la enseñanza y la educación, pequeños centros en donde poder formarse, ya no es tan necesario tener un título universitario para lo cual es necesario acceder a los grandes centros universitarios, no es que esté mal, sino que hay otras opciones, y sería muy útil que esas opciones estuvieran cerca de la casa o cerca de centros comerciales.
Lasinmobiliarias están en un momento de reciclado de inmuebles, debido a la creciente demanda de inmuebles, no sólo para vivienda, sino como inversión.
Una buena inversión a tener en cuenta son los espacios educativos.