Escuché decir un día: “me gustaría publicar en China, y que cada chino me diera un peso por mi libro”, es ya una frase que muchos quieren adoptar, el mercado inmobiliario no tenía por qué quedar fuera del rango de este deseo.
En España, hay una fuerte campaña para estimular el mercado chino en el área de los bienes inmuebles, sobre todo porque es una población especialmente móvil, tanto, que hay prácticamente un barrio chino en cada país.
En general se considera un tipo de ciudadano dúctil en la adopción del país al que deciden inmigrar, y en estadísticas cuentan con una alta probabilidad en adquirir bienes inmuebles.
En las inmobiliarias que cuentan con servicios de venta y alquiler de propiedades, se puede notar que la mayoría de los clientes chinos se inclinan por la compra antes que por los alquileres de inmuebles.
Esto ha implicado que en algunos países de Europa especialmente, se vaya notando el crecimiento de empresas con dueños que se dedican especialmente a la atención de clientes chinos, ya que se requiere conocimiento, no sólo del idioma, sino que el conocimiento de la idiosincrasia de ese país parece dar ciertas garantías de que las negociaciones serán seguras y exitosas.
La cuestión cultural, ya no es patrimonio turístico, sino que está interesando al mercado consumidor en muchos aspectos, el mercado de Bienes raíces no podía quedar ajeno al proceso.
Lo curioso de este país, es su condicionamiento cultural, el chino es un ciudadano que planea su estilo de vida con un límite que respeta, y se puede prever que la vivienda por la que se inclinará implica 3 o 4 dormitorios, casi ninguno de 1 o más 4 dormitorios, también se puede prever la orientación que tendrá la vivienda preferida, el barrio por el cual se inclinará en cada ciudad y país.
Otra curiosidad es el modo en que se realizan los negocios, los chinos en su país están acostumbrados a los acuerdos de palabra, mientras que en los países a los que emigran, cuentan con sistemas administrativos en los que estado interviene, para lo cual los papeles formales u oficiales, así como leyes internas conforman un aspecto más que burocrático, complejo y a veces inaccesible, la barrera del idioma no lo es todo, las barreras culturales con un factor importante en este segmento de la población.
Sin embargo, como comienza la nota, si por cada chino un empleado de inmobiliaria recibiera un porcentaje, parece que la frase va en camino de convertirse en un adagio.