Lo de Sandro, me dolió, claro, sobre todo porque me trajo a colación mi juventud, divino tesoro, pero sobre todo me trajo también todas las boludeces que me mandé en esa época.
No hay indicios que eso haya disminuido, pero ya arreglaré ese asunto en 20 años.
Mientras, no sé por qué hay dos noticias que parecen haber pasado desapercibidas y que a mi al menos, me esfumó la mufa que me provocó la situación del querido Gitano.
Una fue el maravilloso toples de ese cuerpo invensible de la María Susini. Qué época maravillosa, hoy, las mujeres casadas no se preocupan porque ese estatus las inhiba y los esposos, por el contrario, sonríen y comparten ese espectáculo maravilloso de las mujeres que son como suspiros del planeta, las expelen al viento y unos las quiere respirar ávidos.
La otra noticia fue la pelea de dos modelos, o dos actrices o una modelo y actriz, no sé bien, lo que sé es que don hembras, animalitos de Dió.
Qué espera Tinelli para corporizar esa idea y mete a las féminas en un chiquero par adeleite del público, 400 de raiting, qué Fort ni qué ocho cuartos.
Quiero cobrar cachet por la idea, presenciando el evento en primera fila.
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