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27 El éxito es ese viejo trio: habilidad, oportunidad y valentía. Charles Luckman   por   puntoedu
 
 
animacion 11/12/2010 | 7:45:23 AM  
 
Intervencion familiar
Metodologia en intervencion con familias
Tags:
  educador   familiar   familia   intervencion   educacion social   trabajo social   cursos   formacion
 

TEORÍAS DE REFERENCIA EN INTERVENCIÓN FAMILIAR

Vamos a revisar los conceptos centrales de dos teorías que como Educadores Familiares tienen que conocerse, ya que van a estar presentes en numerosas ocasiones. Éstas son:

- Teoría de comunicación humana.
- Teoría sistémica.

Ambas son necesarias tenerlas en cuenta para trabajar con familias, sobre todo en lo que se refiere a las tareas de mediación y orientación familiar.

En cuanto a la primera, en lo que a comunicación humana se refiere, no se trata simplemente de intentar que las personas se comuniquen más para que sus relaciones sean más positivas, sino lo que se pretende es comprender aquello que se está comunicando y de qué forma, cuál es el «lenguaje» de la familia, qué condiciones favorecen o perjudican, etc.

En la relación comunicativa juega un papel muy importante el contexto y las expectativas de los participantes, para de esta forma establecer un marco claro de trabajo que facilite la intervención.

Respecto a la segunda teoría conviene insistir en la importancia de aproximarse a una visión de la familia como a un conjunto de personas que da por resultado mucho más que la suma de sus partes. Hemos de pensar en la familia como un sistema partiendo, por tanto, del conjunto de la historia común, reglas, roles, expectativas, etc, que existen en su seno y que proporcionan protección e identidad a sus miembros, pero también los imponen.

La familia como sistema humano primario participa de las leyes sistémicas.


1.1. Teoría de la Comunicación Humana

El término comunicación es muy amplio ya que puede abarcar, desde una forma de estar en contacto con el otro, de entenderse, de elaborar una relación más auténtica, hasta un simple medio de intercambio de información, pasando por una forma de difusión de ideas, de contenidos y de hechos.

La pragmática de la comunicación humana ha conocido numerosas aplicaciones en psiquiatría y junto a la teoría de sistemas es un útil fundamental para la comprensión, el trabajo en mediación, orientación y terapia familia.


1.1.1. Conceptos básicos en torno a comunicación humana

Sería adecuado estudiar y recordar algunos de los conceptos clave de esta teoría; son conceptos derivados, al mismo tiempo, de diferentes teorías de la información y de la comunicación y, que hemos creído conveniente plasmarlo en conjunto para disponer de una visión global de la teoría de la comunicación humana:

- Información: Valor matemático que posee una relación inversa entre la probabilidad de las señales e información transmitida.

- Información relativa: La relación de la información real de un mensaje con la información máxima.

- Mensaje: Sucesión de señales sacado de un conjunto llamado repertorio. Al soporte físico de este mensaje se le conoce como canal.
- Código: Conjunto de reglas de traducción de un repertorio en otro previo acuerdo de los utilizadores. Una familia puede haber desarrollado códigos propios.

- Ruido: Todo aquello que origina pérdida de información. Puede ser indicador de «puntos» de dificultad comunicativa.

- Retroalimentación/feedback: Cuando un sistema ingresa información, sale información y ésta información que sale , vuelve a entrar al sistema como nueva información. La interacción es circular; a este tipo de sistema se lo llama retroalimentación. Este sistema mantiene el equilibrio mientras sea posible. Al sistema que busca mantener el equilibrio se lo llama HOMEOSTASIS (equilibrio). Cuando no se puede mantener mas el equilibrio, tenemos que cambiar la norma, sino se rompe el equilibrio.

Dentro del concepto de retroalimentación podemos hablar de:

- Retroalimentación positiva: Cuando sale del sistema. Ej.: jugando al truco, uno mezcla y luego otro corta, sabe lo que tienen que hacer, si no lo hace, esta saliendo del sistema, lo esta cortando. Es cuando la norma se muestra ineficaz y hay que cambiarla.
- Retroalimentación negativa: Es la que mantiene el sistema funcionando. Devuelve al emisor toda la información que necesita para corregir la pauta de entrada. Mantiene el sistema estable y que siga funcionando.

- Redundancia: cuando la comunicación se repite, se establece una pauta. Cuando empezamos a habituarnos a una pauta de repetición, podemos comenzar a predecirla. Un gesto aislado no significa nada, empieza a tener significación con la repetición a través de la cual se va transformando en habito.
    En la redundancia contamos con un surtido elevado de conocimientos que nos permiten predecir la conducta (al tener conocimientos, vamos a poder predecir lo que vendrá, sé qué esperar del otro).

- Metacomunicación: Es la comunicación que habla acerca de la comunicación misma. Es cuestionarse lo que dijo la otra persona. Se refiere a como tengo que entender lo que me están diciendo, como debo interpretar el contenido en función de la relación que tengo con la otra persona. Cuando no entiendo mucho el significado de algo, es aclarar el sentido de cómo tengo que interpretarlo, en base a mi relaciona con el otro.

¿Cómo conseguir una comunicación funcional?:

Una guía para la comunicación funcional puede ser la que elaboraron Bagarozzi y Anderson a partir de los conocimientos sobre la comunicación humana y de su experiencia con familias.

    Con esta guía se fomenta el ayudar a las parejas a establecer una comunicación funcional teniendo en cuenta la comunicación no verbal, los procesos de feedback y evitando las trampas comunicacionales derivadas de la puntuación de secuencias.

    Esta guía nos puede ayudar mucho en nuestro trabajo como Educadores Familiares, en el momento que tengamos que intervenir; lo podemos tomar como una orientación para nuestro trabajo diario, no sólo cuando los destinatarios sean una pareja, sino también cuando estemos en un caso de padres e hijos, de hermanos, etc.

1.1.2. Axiomática de la comunicación humana
   
Los investigadores del Mental Research Institute de Palo Alto, California, adoptan la perspectiva de estudiar la comunicación en función de las interacciones que se dan entre los individuos y las consecuencias y efectos observables de estas interacciones.

    Comienzan su investigación con la interacción humana más simple, es decir, los intercambios comunicacionales entre dos personas (díadas) y establecen un conjunto de axiomas sobre los que construyen el estudio de la comunicación. Estos axiomas son:

a) Imposibilidad de no comunicar: Es imposible no comunicarse. Si se acepta que toda conducta en una situación de interacción tiene valor de mensaje, la consecuencia lógica es que no se puede dejar de comunicar.

El concepto de comunicación se amplia a todo el dominio conductual y el mismo esfuerzo que una persona realiza para no comunicarse, proporciona información a los teóricos receptores de dicha no comunicación.

Por ejemplo, en una familia que por ciertas desavenencias, padre e hijo están pasando por una etapa en la que no se hablan. El mensaje puede que no tenga una traducción exacta pero, sin embargo, podemos hacer interpretaciones generales más o menos acertadas, ya que cada  uno de los participantes en dicho intercambio comunicacional tiene una intención clara y una idea aproximada de lo que quiere decir el otro. La intención, en este caso, tiende más a forzar un cambio de conducta en el otro que a la transmisión de contenido.

b) Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional; el segundo aspecto clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación.

Toda comunicación implica un compromiso y define la relación.

Las relaciones rara vez se definen de forma deliberada o con plena conciencia. En relaciones sanas, lo que predomina es el contenido y el mensaje. Leamos el siguiente ejemplo tomado directamente de los autores de la axiomática:

«Si una mujer A señala el collar de la mujer B y pregunta: ¿Son auténticas esas perlas?, el contenido de su pregunta es un pedido de información acerca de un objeto. Pero, al mismo tiempo, también proporciona (de hecho, no puede dejar de hacerlo) su definición de la relación entre ambas. La forma en que pregunta (en este caso, sobre todo el tono y el acento de la voz, la expresión facial y el contexto) indicarían una cordial relación amistosa, una actitud competitiva, relaciones comerciales formales, etc. B puede aceptar, rechazar o definir, pero, de ningún modo, ni siquiera mediante el silencio, puede dejar de responder al mensaje de A. Por ejemplo, la definición de A puede ser maliciosa y condescendiente; por otro lado, B puede reaccionar a ella con aplomo o con una actitud defensiva. Debe notarse que esta parte de su interacción nada tiene que ver con la autenticidad de las perlas...».

El aspecto relacional o conativo de la comunicación señala cómo debe entenderse la información, es decir, proporciona reglas de interpretación que pueden expresarse tanto de forma verbal como no verbal.

Continuando con el ejemplo anterior del padre y el hijo que no se hablan, y del cual hemos dicho que el contenido del mensaje queda ambiguo, el aspecto comunicacional se desplaza hacia la definición de la relación y hacia la imposición de roles y conductas. La actuación de cualquiera de los dos (tanto del padre como del hijo) puede ser entendida en los siguientes términos: «si no haces ... no estoy dispuesto a...». Lo importante de dicha interacción es que obliga al otro a adoptar una posición, si cede estamos ante una interacción complementaria, si no cede la interacción es simétrica («eres tú quien tiene que hacer...»).

Si padre e hijo comienzan a hablar sobre por qué no se hablan, cómo ha empezado el problema, cómo se puede solucionar ... estamos ante una comunicación acerca de la comunicación (metacomunicación).

c) La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes: Toda comunicación consiste en una serie de intercambios no interrumpidos de mensajes. Los participantes en dicha interacción introducen siempre lo que Bateson y Jackson denominan una puntuación de la secuencia de hechos.

Dicha puntuación organiza los hechos y confiere a la interacción un determinado sentido, por lo cual resulta vital para las interacciones que están en marcha. La puntuación de secuencias suele funcionar en forma lineal, organizando una explicación causal, un antes y un después y, por tanto, atribuyendo un distinto grado de responsabilidad a los participantes en la interacción en función de a quién se atribuye que «ha empezado» la secuencia.

De la percepción del otro y de la puntuación de secuencias de las interacciones se desprenden interpretaciones de la realidad que conllevan unas actuaciones u otras. Dichas interpretaciones y puntuaciones pueden ayudar o dificultar la resolución de conflictos. Gran parte del trabajo de mediación consiste en llevar a una definición de los problemas y a una puntuación de las secuencias de hechos que hagan más viable la resolución del conflicto o el trabajo de mediación.
   
d) Los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente: El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja, pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación; el lenguaje analógico, por otra parte, posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones.

En el caso de la comunicación analógica, debe existir una semejanza, un parecido con la cosa que se representa; esta tiene sus raíces en periodos mucho más arcaicos de la evolución y que, por tanto, tiene una validez mucho más general que el modo digital de la comunicación verbal que es relativamente más reciente y más abstracto. Todo lo que no es comunicación verbal entraría en el campo de la comunicación analógica.

Ambas formas son, totalmente complementarias para la comprensión de cada mensaje; por lo tanto, no son formas alternativas una a la otra que coexisten de forma paralela.

e) Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según que estén basados en la igualdad o en la diferencia: En el caso del patrón comunicacional simétrico, los participantes en una interacción tienden a igualar especialmente su conducta recíproca. Por el contrario, en el patrón complementario, hay dos posiciones diferenciadas que tienden a la diferencia máxima y a la complementación.

El problema en las relaciones no es la simetría o la complementariedad sino las rigidez y los extremos.

   
1.2. Teoría Sistémica

La aparición de dicha teoría constituyó una profunda revolución en la historia del pensamiento científico occidental.

El paradigma sistémico supone la constatación de que los sistemas no pueden ser comprendidos por medio del análisis. Las propiedades de las partes no son propiedades intrínsecas, sino que sólo pueden ser comprendidas en el contexto de un conjunto mayor. En consecuencia, la relación entre las partes y el todo ha quedado invertida. El pensamiento sistémico se concentra en los principios esenciales de la organización y no en los componentes básicos.

Fue el concepto de sistema abierto de Bertalanffy y su teoría general de sistemas los que establecieron el pensamiento sistémico como movimiento científico mayor.

En el campo de la intervención psicológica las ideas propias de los sistemas se mostraban tremendamente interesantes para el estudio de la familia, ya que está es considerada como una totalidad organizada que evoluciona interaccionando con su medio social, por tanto, se ajusta a la definición de sistema abierto.


1.2.1. Concepto de Sistema

La palabra sistema deriva del griego sustema, que significa «conjunto, composición». El sistema es:

- Un conjunto de elementos.
- Dinámicamente relacionados.
- Formando una actividad.
- Para alcanzar un objetivo.
- Operando sobre datos/ energía/ materia.
- Para proveer información/energía/materia.

Como definición de Sistema: «conjunto de unidades recíprocamente relacionadas» (Bertalanffy).

De aquí se deducen dos conceptos: propósito (u objetivo) y globalismo (o totalidad). El propósito u objetivo hace referencia a que todo sistema tiene uno o algunos propósitos, intenciones, planes, etc. Los elementos (u objetos), como también las relaciones, definen una distribución que trata siempre de alcanzar un objetivo. Y el globalismo o totalidad quiere decir que un cambio en una de las unidades del sistema, con probabilidad producirá cambios en las otras. El efecto total se presenta como un ajuste a todo el sistema. Hay una relación de causa/ efecto. De estos cambios y ajustes, se derivan dos fenómenos: entropía (tendencia a desgastarse) y homeostasia (equilibrio dinámico entre las partes del sistema).

Existen varias clasificaciones de sistemas; nos interesa señalar los tipos de sistemas en cuanto su naturaleza:

1. Sistemas Cerrados: No presentan intercambio con el medio ambiente que los rodea, son herméticos a cualquier influencia ambiental. No reciben ningún recurso externo y nada producen que sea enviado hacia fuera (en rigor, no existen sistemas cerrados). Se da el nombre de sistema cerrado a aquellos sistemas cuyo comportamiento es determinístico y programado y que opera con muy pequeño intercambio de energía y materia con el ambiente. Se aplica el término a los sistemas completamente estructurados, donde los elementos y relaciones se combinan de una manera peculiar y rígida produciendo una salida invariable, como las máquinas.

2. Sistemas Abiertos: Presentan intercambio con el ambiente, a través de entradas y salidas. Intercambian energía y materia con el ambiente. Son adaptativos para sobrevivir. Su estructura es óptima cuando el conjunto de elementos del sistema se organiza, aproximándose a una operación adaptativa. La adaptabilidad es un continuo proceso de aprendizaje y de auto-organización.


1.2.2. Propiedades de los Sistemas

Según Schoderbek y otros (1993) las características que los teóricos han atribuido a la teoría general de los sistemas son las siguientes:

a) Interrelación e interdependencia de objetos, atributos, acontecimientos y otros aspectos similares. Toda teoría de los sistemas debe tener en cuenta los elementos del sistema, la interrelación existente entre los mismos y la interdependencia de los componentes del sistema. Los elementos no relacionados e independientes no pueden constituir nunca un sistema.

b) Totalidad. El enfoque de los sistemas no es un enfoque analítico, en el cual el todo se descompone en sus partes constituyentes para luego estudiar en forma aislada cada uno de los elementos descompuestos: se trata más bien de un tipo gestáltico de enfoque, que trata de encarar el todo con todas sus partes interrelacionadas e interdependientes en interacción.


c) Búsqueda de objetivos. Todos los sistemas incluyen componentes que interactúan, y la interacción hace que se alcance alguna meta, un estado final o una posición de equilibrio.

d) Insumos y productos. Todos los sistemas dependen de algunos gastos o costos para generar las actividades que finalmente originaran el logro de una meta. Todos los sistemas originan algunos productos que otros sistemas necesitan.

e) Transformación. Todos los sistemas son transformadores de entradas en salidas. Entre las entradas se pueden incluir informaciones, actividades, una fuente de energía, conferencias, lecturas, materias primas, etc. Lo que recibe el sistema es modificado por éste de tal modo que la forma de la salida difiere de la forma de entrada.

f) Entropía. Está relacionada con la tendencia natural de los objetos a caer en un estado de desorden. Todos los sistemas no vivos tienden hacia el desorden; si los deja aislados, perderán con el tiempo todo movimiento y degenerarán, convirtiéndose en una masa inerte.

g) Regulación. Si los sistemas son conjuntos de componentes interrelacionados e interdependientes en interacción, los componentes interactuantes deben ser regulados (manejados) de alguna manera para que los objetivos (las metas) del sistema finalmente se realicen.

h) Jerarquía. Generalmente todos los sistemas son complejos, integrados por subsistemas más pequeños. El término «jerarquía» implica la introducción de sistemas en otros sistemas.

i) Diferenciación. En los sistemas complejos las unidades especializadas desempeñan funciones especializadas. Esta diferenciación de las funciones por componentes es una característica de todos los sistemas y permite al sistema focal adaptarse a su ambiente.

j) Equifinalidad. Esta característica de los sistemas abiertos afirma que los resultados finales se pueden lograr con diferentes condiciones iniciales y de maneras diferentes. Contrasta con la relación de causa y efecto del sistema cerrado, que indica que sólo existe un camino óptimo para lograr un objetivo dado. Para las organizaciones complejas implica la existencia de una diversidad de entradas que se pueden utilizar y la posibilidad de transformar las mismas de diversas maneras.


1.2.3. Jerarquía de sistemas
   

- Microsistema: Entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente. Patrón de actividades, roles y relaciones interpersonales que la persona experimenta en la familia, la escuela, el grupo de iguales,... Es la persona en si misma.
- Mesosistema: Hace referencia a las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente; por ejemplo, para un menor: el hogar, la escuela y el grupo de pares de su barrio
- Exosistema: Uno o dos entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que ocurre en el entorno que comprende a la persona en desarrollo, o que se ven afectados por lo que ocurre en ese entorno. Por ejemplo, los Servicios Sociales
- Macrosistema: Corresponde al nivel más externo, como podemos observar en el gráfico. Correspondencias, en forma y en contenido, de los sistemas de menor orden, al nivel de la subcultura o de la cultura en su totalidad. Hace referencia a normas, creencias, ideología, etc.

    Podemos deducir de lo visto hasta el momento de la teoría sistémica, y es algo a tener en cuenta para el momento en el que tengamos que intervenir con familias, que es una tarea compleja por el hecho de que:

- Cada elemento del sistema es muy singular; vamos a trabajar con personas, las cuales poseen emociones, sentimientos, pensamientos, actitudes,..., diferentes entre ellos, y todo ello hay que analizarlo y tenerlo en cuenta.
- Además, como hemos visto, la persona no actúa aisladamente, sino que, está en constante interacción con su medio, lo cual hace que el entorno influya en la persona y la persona en el entorno.
- Hay que tener en cuenta la dimensión temporal, ya que tiene la característica de irreversibilidad, lo cual supone que el tiempo que transcurre durante una etapa en crisis es irrecuperable.
- Los sistemas humanos no se «averían», por lo que no pueden ser reparados. Hay que buscar un nuevo modo de adaptación.
- Los miembros de la familia son los principales expertos en su sistema, que si las soluciones a una determinada problemática son obvias y no las ponen en práctica deben tener sus motivos y, por lo tanto, cuando trabajemos con una familia nuestro propio posicionamiento interactúa con el suyo, y debemos saber actuar.


2. METODOLOGÍA EN LA INTERVENCIÓN CON FAMILIAS

La familia, como ya hemos ido estudiando a lo largo del manual, es un componente de primer orden de la realidad social del individuo, por lo que siempre hay que tenerla presenta a nivel de estudio como de INTERVENCIÓN.

En la actuación con familias podemos considerar tres modalidades según sea la problemática:

1. La familia como núcleo o unidad de intervención.
2. La intervención coordinada en los diferentes subsistemas familiares.
3. Las familias multiproblema.


2.1. La familia como núcleo o unidad de intervención
   
En este caso, nos referimos a familias en las que se dan fundamentalmente disfunciones a nivel de comunicación, de relación, es decir, cuando la familia, plantea un problema o necesidad que se ha generado como resultado de la falta de comunicación o por unas pautas de comunicación inadecuadas o insatisfactorias para sus miembros. El Educador Familiar trabajará con estas familias las disfunciones nombradas en orden a cambiarlas o al menos hacerlas explícitas y comprensibles, teniendo siempre presente que estamos ante un sistema con unas características de funcionamiento propias y que nuestra tarea es ayudar a que recupere o adquiera pauta que le permita alcanzar sus objetivos.

Los apartados que podemos señalar dentro de este tipo de intervención son:

a) Estudio y diagnóstico inicial: Primeramente hay que hacer un estudio pormenorizado de las características familiares que debe incluir necesariamente:

- Estructura familiar: Descripción de las características de los miembros de la familia, roles que asumen, etc.
- Interacciones familiares: Forma en que el sistema familia interactúa para afrontar las necesidades de los individuos, con la consideración  específica de los subsistemas marital, parental y fraternal.
- Funciones de la familia: Actividades que realizar para afrontar sus propias necesidades.
- Ciclo en el que se encuentra la familia: Peculiaridades del mismo, mecanismos de afrontamiento, situaciones de estrés, etc.
- Interacciones extrafamiliares: Consideración de redes informales (familia extensa, amigos, etc.) y formales.
- Indicadores de medios de cohesión: cercanía, apoyo, toma de decisiones, espacios compartidos, etc.
- Indicadores de adaptabilidad familiar: estructura de poder, normas en la relación, etc.

    Por lo tanto, en el primer paso lo que se intenta conseguir es formular un diagnóstico en el que se establezca  que la familia está pasando por unas dificultades o tiene un problema de comunicación de relación, que ha de ser abordado a través de una intervención específica que tendrá como eje central la entrevista familiar.

b) Oferta de ayuda, acuerdo o contrato: Una vez realizado el estudio inicial y establecido el diagnóstico en el que se refleja claramente que se trata de una problemática de disfunciones de relación, de comunicación, el educador familiar realiza una primera ENTREVISTA familiar en la que expone sus conclusiones y ofrece la posibilidad de iniciar un proceso de ayuda que básicamente ha de estar encaminado a que la propia familia reflexione sobre su problema o necesidad, sobre si misma, sobre sus potencialidades, sobre los recursos externos con que cuenta, de forma que a través de esta reflexión la familia vaya siendo capaz de clarificar la situación y de afrontarla;  así se genera un crecimiento de la familia como grupo que permitirá que en posibles situaciones similares posteriores pueda asumir su realidad sin necesidad de solicitar ayuda profesional.

    La importancia de la primera entrevista con la familia es puesta de relieve por diversos autores, como Ranquet, M. (1996), Bennett, T y otros (1990), indicando la necesidad de tener presentes las siguientes consideraciones:
       
- Establecer claramente el objeto (contenido) y el objetivo por lo que se quiere realizar la entrevista familiar.
- Realizar la entrevista en un lugar conocido por ellos. El mejor sitio suele ser el domicilio familiar, pero nunca ha de imponerse.
- Crear una atmósfera positiva, no amenazante. Por ello, es esencial comenzar la entrevista recordando el objeto y el objetivo de la misma, haciendo énfasis no en los problemas familiares, sino en las capacidades, en los recursos de la familia. Es decir, es preciso hacer explícita la realidad de esa familia: que son capaces de asumir que tienen un problema y desean solucionarlo para el bien de todos.
- Explicar claramente cuál es el papel del educador familiar: Dirigir, coordinar, encaminar la reflexión de la familia sobre su propia realidad.
- Es preciso alentar la participación de todos los miembros.
- Ayudar a la familia a clarificar las preocupaciones y dudas sobre el trabajo que se les propone.
- Finalizar la entrevista resumiendo lo tratado en ella y poniendo de relieve los acuerdos alcanzados, que en esta primera entrevista supone la aceptación del inicio de proceso de ayuda, su duración, articulación y finalización.

c) Proceso de ayuda: Se realizará esencialmente a través de una serie de entrevistas familiares en las que, como ya hemos señalado, se trata de que la familia reflexione sobre su realidad, sus problemas, sus necesidades y sus capacidades, para ello se procederá atendiendo al siguiente esquema:
   
- Identificación de necesidades, problemas, aspiraciones familiares: La entrevista comenzará, como en todos los casos, con el recordatorio del objeto y el objetivo de la misma. Para la concreción de las necesidades familiares es preciso tener siempre presente que éstas adquieren realidad en la medida en que son sentidas y hechas explícitas como tales por todos los componentes de la familia. Esto es, es indispensable que todas las personas piensen sobre sus propias necesidades y en qué medidas éstas se convierten en necesidades familiares. Ello implica un esfuerzo adicional de escucha y respeto por parte de todos y, asimismo, una decisión de superar el marco puramente individual para alcanzar el marco grupal de la familia.
- Identificación de fortalezas y capacidades: Obliga a la persona a reflexionar sobre ella misma. La identificación de las fortalezas y capacidades familiares se inicia con la concreción de éstas por parte de cada uno de los componentes de la familia.
- Identificación de apoyos y recursos: Se trata de que la familia sea capaz de concretar las redes formales e informales de ayuda.

De esta manera la familia habrá sido capaz de construir, de clarificar no sólo sus necesidades, problemas, aspiraciones, sino también los recursos, los medios con los que cuenta para poder hacerles frente, pasando a articular de manera precisa cómo van a realizar la intervención, por dónde van a comenzar, cómo van a controlar los resultados, etc.

En todas las entrevistas, el educador familiar comenzará haciendo un recordatorio de la sesión anterior, comentará la razón de una nueva entrevista familiar y expondrá la tarea que la familia tiene que realizar en ella. Su papel deberá limitarse a orientar la tarea, ayudar a los miembros de la unidad familiar a participar, favoreciendo que todos lo hagan en la medida en que lo deseen, les ayudará en el esfuerzo de alcanzar acuerdos y finalizará haciendo un breve resumen y poniendo de relieve los acuerdos alcanzados. Recordará el siguiente paso que la familia tiene que dar, fijando el contenido y fecha de la siguiente reunión.

d) Intervención: La familia afronta de manera concreta sus necesidades conforme a lo que hayan establecido. Es importante que junto a las tareas también haya quedado reflejado cómo van a controlar ellos mismos el proceso, de forma que en esta etapa el educador familiar pasa claramente a un segundo plano. Sólo se realizarán encuentros para evaluar cómo se está desarrollando el proceso a todos los niveles, incluso en el de los mecanismos de control de la familia sobre los resultados y en su reacción a los posibles efectos no deseados. Esto supone que inicialmente se ha concretado todo ello y se ha establecido un calendario preciso.

e) Evaluación y finalización: Se trata de realizar una entrevista final en la que se ayuda a la familia a evaluar todo lo trabajado. Es importante que el educador familiar refleje que haber realizado el camino juntos les ha fortalecido aunque las metas concretas no se hayan conseguido plenamente. Es decir, es necesario que la familia sea consciente del camino recorrido y de que pueden hacerlo autónomamente.

    Este tipo de metodología seguida tiene como dificultad específica el implicar a todos los componentes de la unidad de convivencia, todos han de ser capaces de realizar el proceso de reflexión, de discutir, de llegar a acuerdos y tomar decisiones concretas en un nivel de igualdad. Ello supone que cuando en la familia hay niños pequeños o cuando alguno de los miembros sufre discapacidad importante que limita esencialmente su capacidad reflexiva y volitiva, sea necesario considerar que los niveles de comunicación, de reflexión, etc, son totalmente diferentes, por lo que es necesaria una actuación que tenga en cuenta estas peculiaridades.
   

2.2.  La intervención en los diferentes subsistemas familiares

Intervención que se dirige a la familia que se encuentra con dificultades por tener que asumir una situación de crisis, una problemática peculiar que le hace sentirse aislada, implicando una ruptura o disfunciones en los modelos de comunicación que para ser superadas hacen precisa o necesaria la comunicación entre iguales; por lo que, en este tipo de intervención, no se trabaja con ella en su totalidad, sino con los diferentes subsistemas a través de su inclusión en grupos de iguales.

Nos encontramos, por tanto, con una intervención en la que se considera a la familia como un sistema y en ella están presentes problemas de comunicación, de relación que cristalizan en efectos concretos no deseados y que han aflorado por una circunstancia específica claramente identificable que precisa de una intervención cualitativamente diferente a la anterior.

Cualquier intervención con cualquiera de los componentes de la familia tiene repercusiones en toda ella. Así todos los miembros de la familia influyen y son influidos por el grupo y cada uno de sus participantes, estableciéndose una continua y compleja red de relaciones de la que nadie puede sustraerse. A ello hay que añadir la valoración que se realiza de la comunicación entre iguales ya que ésta presenta unas características y riqueza que la convierten en un instrumentos terapéutico de primer orden.  Aunque se esté trabajando de manera directa con sólo un miembro de la familia, el resto ha de conocer esta intervención y de manera indirecta se les implica en ella, invitándoles a participar en diferentes actividades.

En estos casos, es importante la creación de grupos de apoyo, ya que supone la constitución de un marco para tratar los problemas familiares, en un clima adecuado, creando lazos que permiten la expresión espontánea de las dificultades y sentimientos. Son instrumentos esenciales en la intervención con familias para abordar problemas, que hacen referencia a tales dificultades de comunicación, producidos por nuevas situaciones familiares que generan disfunciones leves, de reajuste y que precisan una intervención grupal basada en el intercambio de información y experiencias con personas que comparten las mismas o parecidas circunstancias.

Pongamos un ejemplo: el nacimiento en una familia de un niño con alguna discapacidad puede comprometer y alterar las funciones que tradicionalmente se le reconocen a la familia, como son, atención y cuidado físico, socialización y educación, etc. Se trata de un acontecimiento importante, de una crisis en el ciclo vital familiar. La tareas de cuidado y atención aumentan, de forma que se produce un estrés añadido al que se genera con el mero nacimiento de un niño.

En el ejemplo expuesto, y como educadores familiares, tendríamos que hacer frente a las necesidades que puedan surgir como son:

- Información adecuada a la edad sobre la situación del niño y proceso de tratamiento.
- Comunicación con la familia de las repercusiones que para todos ellos tiene la nueva situación.
- Reconocimiento por los padres de los avances del niño.
- Tiempo para él mismo y compartido con los padres.
- Dotarles de estrategias para afrontar las reacciones de los demás y las nuevas cargas y responsabilidades familiares.


2.3. Intervención con familias problema o multiproblema

Para algunos autores constituye la intervención más habitual de los educadores familiares y que principalmente se caracteriza por  tener muchas carencias tanto en sus procesos internos como externos. Generalmente son familias distantes en sus relaciones con los sistemas sociales de su entorno y a los que sólo les queda el apoyo de un profesional o experto en temas de familia.

    En estos casos, se necesita de una fuerte intervención tanto a nivel individual como grupal, en la que, dada la complejidad de la realidad familiar, suele ser necesaria la coordinación de diversos profesionales de diferentes instituciones o centros, por lo que la intervención puede estructurarse de la siguiente manera:

a) Solicitud de ayuda por parte de la familia: Se realiza por alguna necesidad que consideran perentoria. El educador familiar ha de realizar un estudio completo de la familia sin descuidar la demanda explícita. De esta manera ha de articular cuidadosamente lo que supone la respuesta a una demanda con la utilización de esta respuesta como instrumento de acercamiento a la familia, a una realidad mucho más compleja.

b) Puesta en contacto con otros profesionales: En la primera exploración no es infrecuente encontrar que otros profesionales han intervenido respondiendo de manera puntual y específica a demandas anteriores, finalizando su intervención con la cobertura de las mismas o con la derivación a otro servicio, o bien que en ese momento la familia, a través de otro de sus miembros está en contacto con otros profesionales para la cobertura o la solución de otro problema. El objetivo es recabar la máxima información e ir preparando una intervención coordinada.

c) Una vez establecido un diagnóstico inicial del caso es preciso tener una reunión de coordinación con todos los profesionales que de una forma u otra hayan estado o están trabajando con la familia y que consideren necesaria una intervención diferente. Se trata de ir trabajando con la familia para que sea capaz de ir afrontando de manera autónoma su funcionamiento. Es imprescindible establecer lo siguiente:
       
- Diagnóstico inicial de los diferentes miembros de la familia y de ésta como unidad realizado por todos los profesionales.

- Oferta de ayuda concreta que se realizará a la familia y que servirá como instrumento para articular una ayuda de mayor alcance. Es decir, se trata de priorizar las diferentes demandas que la familia haya planteado, racionalizarlas e irles dando respuestas en la medida en que la familia sea capaz de irse implicando en las mismas. Se comenzará, por tanto, por cubrir totalmente aquellas que sean consideradas imprescindibles y que no pueden ser asumidas por la familia inicialmente, para progresivamente ir estableciendo aquellas que han de contar con apoyos parciales y finalizar por las que deben ser asumidas por la propia familia.

- Nivel de participación de los diferentes profesionales en el proceso con especificación de las tareas a realizar, calendario de sesiones, etc, estableciendo claramente quién asumirá la responsabilidad de la coordinación.

- Calendario específico de actuaciones, criterios evaluativos y reuniones de coordinación (reuniones que quedarán recogidas en actas)

- Oferta de ayuda, acuerdo, contrato: se realizará la oferta de ayuda a la persona que haya planteado la demanda, presentando esta oferta según lo acordado en la reunión de los profesionales, es decir, como una intervención que supera el marco puntual y trata de articular la ayuda en un proceso más profundo. Ello conllevará una serie de entrevistas individuales con otros miembros de la familia que habrá de finalizar con una entrevista de todos los miembros familiares implicados e interesados con los que se iniciará el proceso de la forma acordad, estableciendo claramente las actuaciones, el calendario de las mismas, los criterios de evaluación, etc.

- Intervención: Se trata de articular los diferentes recursos con la progresiva responsabilidad de la familia en la utilización de los mismos. Es decir, en la intervención inicialmente tienen un protagonismo importante los diferentes profesionales en la articulación de los diversos recursos, pero solo de manera escalonada los diferentes miembros de la familia irán asumiendo este protagonismo.

- Evaluación y finalización: El proceso finaliza evaluando todo lo realizado. Se trataría de haber conseguido que la familia no continúe siendo cliente habitual de los servicios sociales por haber adquirido unas pautas de funcionamiento que le permita ser más autónoma.

Antes de finalizar con este apartado no podemos pasar por alto una de las técnicas más empleadas en la intervención con familias, la cual expone una primera visión global de la misma; estamos hablando del conocido GENOGRAMA, el cual es una representación gráfica de una familia (con varias generaciones) que registra información sobre los miembros de esa familia y sus relaciones. Su estructura en forma de árbol proporciona una rápida visualización de las complejas relaciones familiares y,  es una rica fuente de hipótesis sobre cómo un problema clínico puede estar relacionado con el contexto familiar y su evolución a través del tiempo.

Por lo general el genograma se construye durante la primera sesión y luego se revisa a medida que se obtiene más información; ayuda al profesional o experto y,  a la familia,  a ver un «cuadro mayor», tanto desde el punto de vista histórico como del actual: es decir, que la información sobre una determinada familia puede interpretarse en forma horizontal a través del contexto familiar y vertical a través de las generaciones.

¿Cómo se elabora un genograma?:

Supone tres niveles:

1. Trazado de la estructura familiar:

La base del genograma es la descripción gráfica de cómo diferentes miembros de una familia están biológica y legalmente ligados entre sí de una generación a otra. Este trazado es la construcción de figuras que representan personas y líneas que describen sus relaciones.

A continuación detallaremos algunos de los símbolos que se utilizan para la construcción de los genogramas:

- Cada miembro está representado por un cuadro o un círculo según sea varón o mujer.
    - Para una persona fallecida se coloca una «X» dentro del cuadrado o círculo. Las figuras en el pasado distante (más allá de tres generaciones) no se marcan.
    - Las relaciones biológicas y legales entre los miembros de la familias representan por líneas que conectan a dichos miembros.
    - Si una pareja viven juntos pero no están casados se utiliza una línea de puntos.
    - Las barras inclinadas significan una interrupción del matrimonio: Una barra para la separación y dos para el divorcio.
    - Si una pareja tiene varios hijos, la figura de cada hijo se coloca conectada a la línea que une a la pareja. Los hijos se van situando de izquierda a derecha desde el mayor al más joven.
    - Se utiliza una línea de puntos para conectar un niño adoptado a la línea de los padres.
    - Los hijos mellizos se representan por la conexión de dos líneas convergentes a la línea de los padres.
    - Para indicar los miembros de la familia que viven en el hogar inmediato, se utiliza una línea punteada para englobar a los miembros que convenga.


2. Registro de la información sobre la familia:

Una vez que se ha trazado la estructura familiar podemos comenzar a agregar información sobre la familia:

- Información demográfica: Incluye edades, fechas de los nacimientos y muertes, ocupaciones y nivel cultural. Se ponen en el interior del circulo (mujeres) o cuadrado (hombres) la edad. Si han fallecido además se cruzaran interiormente con una cruz.
- Información sobre el funcionamiento: La información funcional incluye datos más o menos objetivos sobre el funcionamiento médico, emocional y de comportamiento de distintos miembros de la familia. La información recogida sobre cada persona se sitúa junto a su símbolo en el genograma.
- Sucesos familiares críticos: Incluyen cambios de relaciones, migraciones, fracasos, y éxitos. Estos dan un sentido de continuidad histórica de la familia. Los hechos críticos de la vida están registrados en el margen del genograma o, si fuera necesario, en una hoja separada.


3. Descripción de las relaciones familiares:

El tercer nivel en la construcción del genograma comprende el trazado de las relaciones entre los miembros de una familia. Dichas descripciones están basadas en el informe de los miembros de la familia y en observaciones directas. Se utilizan distintos tipos de líneas para simbolizar los diferentes tipos de relaciones entre dos miembros de la familia.
 

 

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Intervencion con familias en riesgo de exclusion social

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