Partiendo del principio en el que el juego es preciso interpretarlo en base al contenido sociocultural y ambiental en el que se desenvuelve, sin olvidar tampoco las características físicas y psíquicas de las personas como seres individuales; se plantean cinco hipótesis de trabajo. Estas son las siguientes:
1. En la sociedad moderna los juegos suelen ser más reglados y formales que en la sociedad tradicional, debido, entre otras consideraciones, a que un modelo social está basado fundamentalmente en las leyes, mientras que el otro lo hace en las costumbres.
2. Los juegos de estrategia abundan sobre todo en la sociedad moderna, debido a la compleja dinámica social y política de ésta; mientras que en la sociedad tradicional priman sobre todo, los juegos motrices, dado que su estilo de vida depende en buena medida de la capacidad corporal.
3. Los juguetes lúdicos utilizados en la sociedad moderna son más artificiales que en la sociedad tradicional, en donde son más naturales; lo cual se halla en relación con la artificialidad y naturalidad de sus respectivas tecnologías.
4. En ambos modelos de sociedades, los niños juegan más que los adultos, y además en las primeras edades de la infancia (de 2 a 6 años) son básicamente imitativos - de la realidad circundante- o imaginativos; mientras que en la edad adulta son básicamente catárticos; lo cual pone de manifiesto su sentido preparatorio para la vida en un primer momento, y su función compensadora y exutorio de tensiones en última instancia.
5. Desde el punto de vista del género, las niñas ejercitan juegos diferentes a los niños, en función de la diferencia de roles que desempeñarán en la vida adulta. En este sentido, el acercamiento en las funciones sociales adultas entre hombres y mujeres hace que los juegos infantiles a su vez sean más semejantes y mixtos en su desarrollo; mientras que la separación produce en consecuencia juegos claramente diferenciados.
Los cambios en la infancia que han ocurrido en los últimos años debilitan paulatinamente la calidad de juego de muchos niños. En la escuela se ha reducido el «tiempo para jugar» ya que se da más importancia a la enseñanza «básica» a edades cada vez más tempranas. Los niños y sus padres tienen vidas muy ocupadas, por lo cual tienen menos tiempo libre para jugar fuera de la escuela. Por motivos económicos y de seguridad, la cultura de juego en el barrio que existía, ahora es algo del pasado; debido a que los niños no tienen la libertad que se tenía años atrás para jugar en el barrio.
El interés por el juego de los niños y su investigación ha aumentado durante los últimos años, aunque todavía existen tendencias que indiquen que su significado no siempre se valoriza. La actitud de la sociedad hacia el mismo ha variado en distintas épocas, siendo un reflejo de los valores sociales y de las actitudes hacia la ecuación de los niños. Por lo tanto, se trata de una actividad ubicada en un contexto social y cultura.
Actualmente cuando los niños tienen tiempo para jugar, buscan generalmente ver televisión (un promedio de cuatro horas por día), sin mencionar el tiempo adicional que gastan viendo cintas de video o juegos de video. Pero de todos los factores que afectan el juego, pocos han tenido un impacto tan inquietante como los cambios que han sufrido los juguetes en la última década, que han modificado muchas de las formas más tradicionales de jugar.
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