Hace poco el gobierno admitió que hay operaciones “financieras” interrumpidas desde el año pasado con Washington, porque se sospecha que los datos enviados son usados políticamente.
Esa clase de comentarios me suenan tan absurdos que tiendo a creer que hay algunos que piensan que la población es tonta.
En principio, ya la idea de que algo “financiero” entre un país poderoso como Estados Unidos y una país como Argentina, no sea político y siempre en beneficio de ya sabemos quién, es la cosa más estúpida que leí en mi vida.
Por otra parte, no existe política sin rédito financiero, sino fuera por lo financiero, la política hasta sería aburrida, a nadie le interesa establecer orden, justicia o equidad, es obvio que los políticos lo son porque consiguen un bienestar financiero.
Otra cosa extraña es que Washington encuentre que está bien la transferencia de datos para usos “financieros” y mal para uso político, donde el concepto de “beneficio para la sociedad” ni se menciona, ni se tiene en cuenta.
Para ellos la fórmula es sencilla, cualquier intercambio de países, tiene que resultar en un beneficio económico para ellos, sin importar si ayuda a la política social de un país.
A pesar que esos beneficios “financieros” hay servido por años para financiar dictaduras en países latinoamericanos, los del norte no aprenden, esas mismas políticas crearon un Bin Laden.
Y no se hacen cargo de ello, insisten con intercambio financieros sin importarles el tumulto social.
El titula de la Unidad de Información Financiera Sbattella, comentó que hay una interrupción de información entre ambos gobiernos, y salió a hablar del tema porque De Narvaez, mirando la paja en el ojo ajeno, sugiere a quien ni siquiera le pregunta que los Kirchner utilizan esa relación para fines personales,” plantando” la idea de que la presidenta hace usos indebidos de la relación, aprovechándose de la relación (el muerto se queja del degollado).
De Narvaez, que fue investigado por la AFIP, por supuesto pone por delante del carro el caballo, articulando el asunto turbio con persecución política, aunque lo fuera, parece que no tiene el traste tan limpio que es como el Tero, hace ruido, desviando la atención para evitar dar explicaciones de sus propios asuntos financieros.
No digo que los Kirchner no hayan realizado aquello de lo que se los acusa, digo que los acusadores no tiene autoridad moral, ni De Narvaez, ni Washington.
Entre todos, me quedo con los Kirchner, que si se llenan los bolsillos no me importa, porque además contempla a los Jubilados, los discapacitados, las minorías en general.
Acaso a De Narvaez lo debe tener nervioso la investigación del lavado de dinero que se investigaba con esos datos desde Washington que bajo denuncias incomprobables se detuvo.
Yo encuentro muy sospechoso que justo ese tipo esté metido a denunciar, cuando es él el que tiene que explicar de dónde sale el dinero con que se hizo dueño de un canal.
Lo que se sabe es que hubo reportes de operaciones sospechosas con los bancos JP Morgan, Chase, Citibank y en todas figura el nombre De Narvaez.
Pero don dinero, logra lo suyo y por denuncias de éste, con fuertes intereses en el extranjero, lograron cortar la investigación por falta de datos financieros por parte de Washington que dejó, misteriosamente, de colaborar.
La excusa es la ruptura de confidencialidad, y esa falta da la casualidad que quien la revela es De Narvaez, que estaba siendo investigado y usó los medios para exponer la situación convirtiéndolo en persecución política en vez de aclarar su situación financiera.
Lindo mensaje: jóvenes del mundo, ustedes pueden cometer delitos diversos, pero tengan la prudencia de además meterse en política, de ese modo podrán siempre zafar aduciendo persecución política.
La sospechosa actitu de De Narvaez cortó la investigación de operaciones en la Triple Frontera, entre Paraguay, Brasil, Argentina, la pregunta es: ¿Por qué?, cabe la posibilidad que esté involucrado, sencillamente, tal vez esté embarrando la cancha.
Y por supeusto, la población en general, ni entiende el asunto, ni lo conoce, mientras De Narvaez, dueño del canal donde la “señora” Legrand ofrece sus almuerzos, usa los medios para manipular la opinión, haciéndose invitar a los almuerzos como parte de su estrategia electoral (sí, el mismo que acusa a los Kirchner de hacer eso mismo)
Y aunque no lo crea ese par, De Narvaez y Legrand también son argentinos.
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