Ya se logró la ley del matrimonio igualitario, es hora del siguiente paso: la ley del aborto.
No es posible que haya tanta insensibilidad para miles de mujeres que mueren por operaciones de aborto realizadas en condiciones de higiene peligrosa, sin mencionar los inescrupulosos que se hacen pasar por médicos y tantos aspectos de riesgo que ocurren en una situación, que además, requiere de apoyo, en vez de rechazo.
En Brasil, Gabriela Leite, con su slogan “puta y candidata”, intenta concientizar al mundo con su postulación a un puesto de diputada que le permita pelear el derecho de la mujer de disponer de su cuerpo para decidir.
Como todas las peleas que tienen que ver con el derecho, la peor contra de todo lo que tiene que ver con el derecho de las mujeres es la iglesia, y sentimientos religiosos alentados por la iglesia.
Mientras “puta” se considere mala palabra, nunca se entenderá como algo positivo o como un servicio, de manera que hay que comenzar desacralizándola y sacándola de la bolsa de mala palabra, escribiéndola, por ejemplo, pronunciándola en público, explicándole a los niños su significado y educándolos para que no lo tomen como herramienta de insulto.
Creo que es la mejor manera de concientizar: criar un niño que no use esa palabra peyorativamente.
Gabriela Leite, “candidata puta”, como ella misma se define, por el Partido Verde, tiene 59 años y decidió dar que hablar, sin duda lo está logrando, afortunadamente en la mayoría de los diarios se está difundiendo la noticia, lo cual es probable que la ayude con apoyo.
Leite no es una improvisada en política, sino que desde hace décadas trabaja en el tema, es fundadora de la ong Davida, que se ocupa de la enfermedad inmuno deficiente, sida, en la cual se ocupa de ayudar a otros de su profesión como grupo de riesgo de la enfermedad.
La fundación se subvenciona vendiendo ropa en la famosa tienda Putique.
Con esta postulación Leite intenta impulsar leyes antidiscriminación y apoyo a las prostitutas avanzadas en edad.
Aunque parece obvio que a la hora de candidatearse políticamente los temas urticantes no deben tocarse, Leite enfrenta la realidad a su modo, y coloca sus intenciones por delante de su campaña: legalizar el aborto.
Con ello se enfrenta abiertamente a los grupos religiosos. Será histórico el día que haya suficiente conciencia social como para vencer la idea de que el sentimiento místico tiene alguna relación con actividades de decisión humana.
Desde este lugar, le deseo suerte, y que de una buena vez se quite a la iglesia la potestad o pretensión de dictar leyes de moral, cuando es el principal foco de pedófilos de todos los tiempos.
Suerte y apoyo para Leites.
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