No entiendo esta escalada de precios, por qué están aumentando las cosas si no hay ningún insumo que haya aumentado.
Lo de la comida es inaudito, desde principio de mes ahora, la mayoría de las cosas cuestan un 15 % más, y la fruta de que se especula se venderá masivamente para navidad tiene precios exorbitantes.
Me pregunto por qué si hay tanta oferta de frutilla sale casi lo mismo que la cereza que tiene menos cultivo.
Son preguntas que me hago en todos los órdenes pero como la comida es un medido inmediato, me preocupa que haya carne podrida prácticamente en los anaqueles de los supermercados y no se les mueva un pelo por el precio.
Literalmente no compro carne desde hace rato, porque más allá del prohibitivo precio está podrida, mi madre le llamaba a esa especie de rojo machacado: carne abombada.
Los supermercados importantes como Disco o Coto tienen carne abombada en los anaqueles, aunque quisiera no la compraría.
Aunque hay una inflación declarada de 25% anual y del 2 % mensual, parecen números irreales, y el acuerdo entre el gobierno y los trabajadores parece naufragar, porque en el medio los empresarios boicotean todo acuerdo con el aumento de precios indiscriminados y sin control.
Mientras se presentan en reuniones, tienen la presa a favor, por acuerdos extraños, los precios aumentas, digan lo que digan desde el gobierno, los precios siguen subiendo.
Los salarios, sin importar los aumentos, regalías o beneficios, siempre quedan atrás, en cuanto el gobierno favorece con un beneficio, como el de los 500 pesos a los jubilados, instantáneamente suben los precios, con lo cual el beneficio queda desdibujado e inefectivo.
Ya la escalada no parece tener relación entre la política fiscal o monetaria, sencillamente para torcer las políticas del gobierno, se suben los precios, para dejar en claro que no tendrán apoyo.
La oposición, mientras, en vez de proponer algo que ayude a la población, proyectos, por ejemplo, tiene una conducta de beneplácito con la situación sólo para poner palos en la rueda.
La oposición porque sí.
La población mientras exige un gobierno que envíe señales para intentar desinflar, pero la realidad es que hace más que señales, pero la política de no violentar los diferentes poderes, parece una tibia actitud, ya que no dan resultado.
No hay plan de estabilización de precios que funcione, sencillamente porque los actores del hecho no siguen ningún guión más que los propios intereses, sin ponerse a pensar si esa actitud es escupir hacia arriba.
Muchos asocian la política del gasto público el empleo de “puesto en el estado”, como uno de los recursos que más inflación provoca, sin detenerse a pensar que dicha situación es consecuencia de la inflación, no su causa.
No hay trabajo que alcance, no hay trabajo además, el índica de desocupación aumenta, aunque ese aumento no sea en un pico vertical como en épocas pasadas, pero año a año hay una gran cantidad de población económicamente activa que no se condice con los jóvenes que ingresan al mercado laboral como prospecto, sin conseguir llegar a buen puerto.
La inseguridad, exceso de empleo público, son consecuencias, no causas.
La oposición, mientras, no se da cuenta que en caso que sus boicots dieran resultados y alguna vez se tuvieran que hacer cargo de gobierno, se quedan con una herencia que ellos mismos se encargan prolijamente de crear: seguridad, desempleo, oposición y sobre todo habilitaron, como método, la oposición porque sí.
No hay ninguna duda que es una escuela.
Veremos qué pasará cuando esa gente coseche lo que siembra. Los que pagaremos seremos nosotros, los simples ciudadanos.
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