Están de moda los ovnis. Hay diferentes programas documentales al respecto, que revelan lo que parecen ser archivo secretos y documentos de los diferentes gobiernos que de repente cambiaron la política de ocultación y que actualmente se animan a mostrar sus hallazgos e incluso permiten entrevistas con testigos que antes eran callados.
A tono con el tema, y simultáneamente hay todo tipo de exposición de fenómenos extraños, el chupacabras, los círculos fractales en los cultivos, las esferas de piedra, los gigantes de piedra de la isla de Pascua.
Pero por una razón misteriosa, valga la redundancia, hay un misterio del que no se habla, las misteriosas rocas movedizas.
Es un fenómeno que le ocurre a algunas rocas en algunos lugares del mundo, uno de ellos es en el Valle de la muerte, en Racetrack Playa, en California.
Aparentemente hay una anomalía magnética que mueve piedras de gran tamaño.
Por mucho tiempo me pregunté por qué no había testigos del supuesto extraño fenómeno que ocurría, la única evidencia que las rocas se movían era el rastro que se veía sobre el lecho seco del lago, bajo el tórrido sol californiano.
La sospecha cayó inapelablemente sobre el fenómeno ovni, incluyendo la explicación de por qué nunca se veía caminar a las piedras.
El chupacabras, parece ser una mascota, resulta que los dueños de algún platillo volador, se dedica a soltar la mascota, el chupacabras, en medio de los campos con animales para que se alimente, porque dicen los vecinos que los animales chupados, aparecen cada vez que hay avistamiento de algún objeto volador.
Los testigos que vieron al chupacabras aseguran que no es de este mundo, con cuerpo de caballo, camina sobre dos patas, con pezuñas, las manos con garras, alas como águila, cabeza de martín, o quizás los animales mezclados con miembros cambiados, no recuerdo bien la descripción.
De manera que las rocas que camina no tenían mucha opción, eran quizás el extraterrestre que soltaba al chupacabras jugaba al tejo con las rocas, así que imaginen la fuerza y el tamaño.
Luego de todas esas especulaciones, finalmente se descubrió la verdad, que era más simple, año tras año, grupos de investigadores de los serios y no tan serios, de ufólogos y seguidores, intentaron buscar pruebas de cada una de las hipótesis, sobre todo en lo referente a que sea un fenómeno ovni, pero ningún análisis científico, que aunque incluían el uso del GPS, daban en el clavo.
Sin embargo el asunto fue más sencillo del que todos suponían, un grupo de científicos, especialmente preparados para investigar, aún con el extremo clima, descubrió que lo que pasaba era que el deshielo primaveral, depositaba una delgada capa de agua sobre la que la roca se arrastraba, casi flotando, dejando la huella tras de sí.
Quizás, no pase mucho tiempo que se descubra algo tan simple como esto para otros fenómenos al que hoy le inventan orígenes extraordinarios.
Y luego de esta demostración de lo simple que es en realidad la naturaleza, aunque a veces nos los presenta como difícil, los dejo con sus propias conclusiones, yo, me voy a sacar a pasear al chupacabras.
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