Clarín se encarga a los gritos de difundir que el ADN de los hijos es INDESCIFRABLE, sí, así como lo lee.

El Banco Nacional de Datos confirmó que no pudo determinar que el ADN de Marcela y Felipe Noble, los chicos sospechados de ser hijos de desaparecidos.

Por supuesto, no le extraña a nadie. Esa causa está manejada por Don Dinero, y hay palos en la rueda por donde aparezca algún indicio.

Ahora resulta que uno de los métodos más seguros, la investigación del ADN, es inocuo.

La plata alcanza hasta para torcer la ciencia.

El ADN se obtuvo de las ropas que “usaron durante horas”…y por qué será que no de la sangre…

Aha, ya sé: hay plata de por medio.

Me pregunto si esos chicos se dan cuenta que son la prueba de un delito terrible, entiendo que ser hijos del poder no es lo mismo que ser hijos de desaparecidos, me pregunto si alguna vez les caerá la ficha.

Igual es todo extraño, se descubren asesinos por hebras, por detalles, y con la ropa de los chicos no se pudo hacer nada.

Lo triste es que mientras todos saben que mienten, ocultan, desvían, la realidad es bien otra, está a la vista y no se puede hacer nada por ella.

Qué triste es ver tan obscenamente que la ley y la justicia son sólo palabras para algunos.

Mientras, hay un proyecto de ley que quiere “legislar” a los trapitos, limpia coches, que por unas monedas que les significan la comida del día, para que paguen impuestos.

Qué lindo, que justos somos los Argentinos.

A Nadie escapa que la “imposibilidad de medir el ADN”, es una maniobra que iba a ocurrir en sospechas primero, ahora en certezas.

¿Será que esa señora alguna vez pagará lo que obviamente hizo?, creeré un poco en la justicia cuando algo se haga en serio en ese tema.

Ah, también se negaron a que sean dos los laboratorios que hagan la prueba, uno el “oficial”, otro que se neutro.

Hasta se sabe que el secuestro de las prendas no fue adecuado (a propósito por supuesto, no cometen esos errores en otros casos), como el hecho de que en vez de trabajar con guantes, se contaminó la muestra al ser tocadas por la gente que debía tomar la muestra, que trabajó sin guantes y con descuidos.

Qué casualidad.

Por supuesto, las muestras eran de más personas que los propios chicos, cosa a la que ellos colaboraron sin ningún pudor.

Todas maniobras de obstaculización.

Tal vez, habrá que esperar que muera esa señora, los chicos hereden y así, ahora asegurados con el dinero, por fin le den paz a su verdadera familia que los busca.

Aunque con chicos ya tan contaminados, no sé si sea buena idea para los familiares saber en qué se convirtieron ahora, que incluso colaboran para la no determinación de sus identidades, que por otra parte, lejos de atenuar la sospecha de quienes son en realidad, las refuerzan.