Finalmente asumieron la ridiculez que ese presidente tuviera el galardón, creo que he leído críticas a eso en todo los diarios del mundo.
El premio, debería devolverlo, no sé si hay antecedentes de eso, pero por lo menos hubiera sido más digno.
Los jueces de Estocolmo que dieron el premio se debieron querer matar con todo lo que pasó luego de tan desacertada decisión, que fue políticamente incorrecta, vaya a saber qué pensaron que hacían.
Supongo que ahora a alguien se le ocurrió lo más sensato, los 1.4 millones de dólares del premio, serán donados a organizaciones de beneficencia, reconstrucción de Haití, fines educativos, entre esta últimas, becas para estudios de lengua hispana.
De repente, el estudio de la lengua española en Estados Unidos se les está convirtiendo en el estudio de ingles en nuestro país: un instrumento de futuro crecimiento económico.
Se beneficiarán además, la Fundación Universitaria para el Indio Americano, y la Fundación Universitaria Negra Unida y el Instituto para Asia Central, que promueve la educación y la alfabetización, especialmente para las niñas, en áreas remotas en Afganistán y Pakistán
Qué sé yo, los escépticos de siempre, o sea yo, vemos nada más y nada menos una devolución a los votantes que lo llevaron a la presidencia a costa de dinero que le cayó de chiripa, nada que lo ensucie ni le cueste.
Estos yanquis se creen que de todo salen indemnes, es uno de los premios más vergonzosos que esa academia haya podido otorgar, y lo interesante es que esta no es mi opinión personal, ya leí que muchos en Sintagmas están de acuerdo y millones en todo el mundo que se animan a decirlo en voz alta en blogs, en artículos, y hasta la prensa de ese país.
Una mancha negra que ninguna dádiva podrá limpiar.
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