El reguero de dólares no ha disminuido por más controles que el gobierno haya intentado. El asunto fue contraproducente, al contrario de lo que se esperaba, la gente vio una mala señal en ese corralito disimulado y apeló a todas las formas comprar, sin importar el precio oficial o en negro, pero la sangría de dólares recrudeció.
El gobierno parece un poco desaforado en todas las acciones en conjunto, todas que generan malestar, desde las declaraciones sobre la quita del subsidio que ya era irritante, a la obligatoriedad del SUBE que la gente no la ve como una mejora, sino como otra medida de control, a la compra de dólares que se la ve como una persecución a la pobre tentativa de los que menos tienen de mantener un ahorro en una inversión, más pobre aún, que era la compra del dólar.
Lo que dejó al descubierto la falsa cotización, el dólar no funcionaba con un cambio natural debido al mercado, como debería ser.
La falsa situación metió en problemas a los bancos, y por supuesto, explotó.
El drenaje de dólares, comenzó luego del corralito del 2001, no hay ninguna acción, de ninguno de los gobiernos desde entonces que se haya sostenido lo suficiente para contar con la confianza de la gente.
Hay otros asuntos, como la obligatoriedad de que las operaciones inmobiliarias coloquen a las inmobiliarias en la situación de fiscalizar a sus clientes, trasladando la función policíaca a las inmobiliarias.
Como si fuera poco, la quita de los subsidios, el desastre operativo del SUBE, inflado por los diarios y la tv, como si nada faltara, se anuncia el aumento de la dieta de diputados y senadores.
Con todo el malestar, los Bancos ya no saben qué hacer para que lo dólares retornen, ofreciendo tasas ventajosas.
El asunto es que como lo ve la mayoría, el mismo gobierno que lo acorrala pretende exprimir vacas flacas.
Desde el Ministerio de Economía, se dio señales de ofrecer un retorno mayor sobre los ahorros en pesos, pero no se entiende bien el razonamiento: se preocuparon en poner todo tipo de controles y trabas que tienen al ciudadano bajo la idea de que controlan toda su vida e incluso sus pobres ahorros, porque estas medidas no tocaron a los que realmente tienen, sino a los minoristas que muy poco tienen, y ahora pretenden que los mismos a los cuales les generan este malestar les ponga en los bancos lo poco que consiguen, ahora acudiendo a mercados alternativos.
No se entienden medidas tan contradictorias, bajo qué presunción los bancos creen que los mismos ahorristas a los que perjudicaron, confíen ahora, sobre todo cuando involucraron a la AFIP, le impiden la posibilidad de la compra de propiedades, ya sea porque le cortaron la posibilidad de la compra de dólares, por la falta de créditos, por el nuevo control que se le va a exigir a las inmobiliarias; ¿dónde está el incentivo?, si uno pocos pesos ganados por la nueva tasa, generará un problema superior, la respuesta es fácil: que se olviden los Bancos.
El problema principal es el intercambio injusto.
Los sueldos bajos, la inaccesibilidad a créditos, la imposibilidad de adquirir viviendas, los pocos beneficios por el trabajo, la ridícula propaganda de pedirle a los obreros que le exijan al patrón que los ponga en blanco, cuando esa es tarea de la AFIP que ya cobra impuestos por tareas que no sólo realiza, sino que pretende que cada uno se gestione por sí mismo, los controles que impidieron que el pobre ahorra un poco en la compra de pocos dólares, la desastrosa operatoria del SUBE, y la dieta que los senadores y diputados se duplican a sí mismos, no es poca cosa para establecer un punto de polvorín social.
A esto le hace falta una mecha.
Macri por su lado debe regodeares, él no tiene que hacer nada, solamente vetar todo lo que aparezca como propuesta para el gobierno, para que todo parezca ocurrir a su favor.
La operatoria SUBE ha logrado que todos olviden que el costo del subte se fue por las nubes sin justificación que lo respalde.
Se debe estar riendo. No tiene que hacer nada para que el malestar social se vuelque hacia el gobierno Nacional, solo quedarse sin hacer nada, sólo con eso, va a ganar.
No hay manera de retornar, todas las acciones a la vez, no van a cambiar la percepción general de persecución injusticia y problemas sociales sin resolución.
Los bancos, en el medio, que se olviden, que cambien de rubro, la gente prefiere viajar a Uruguay y confiar en la banca uruguaya que dejar sus ahorros aquí.
En otras palabras: están sembrando lo que cosecharon hace 10 años, no se puede despojar a todo un país y creer que van a salir impunes, no fue nadie preso, pero están presos de un sistema financiero que ellos mismos ayudaron a construir.
Creo que se vienen tiempos peores, lo que el gobierno no consiga con los bancos lo va a querer conseguir de otra manera, se vienen impuestos abusivos y quién sabe qué cosas que saldrá de la imaginación de algún economista.
Se vienen tiempos duros, hay que prepararse para resistir.
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