Hasta hace poco la que soportaba el peso de hacer notar que la gordura no era sinónimo de inhabilidad o inhabilitación en el sexo, Alejandra Rampolla, ha abandonado la plataforma que la había sostenido y se ha hecho una operación controvertida, el by pass gástrico, para bajar de peso, la excusa, no es el sexo, ni escrito ni oral, ella sigue ejerciendo la escritura y la oralidad igual que antes, sino la maternidad.
Dice que para tener un bebe, la gordura es peligrosa, lo cual es raro, porque hace siglos que matronas gigantescas traen niños a mundo sin inmutarse.
En fin, sea por la razón que fuere, no hay duda que ahora la gordura se ha quedado sin representante, ¿seré muy egoísta en esperar que la idea de pasarse al mundo de los magros no le resulte bien?
No sé, a mi me gustaba cómo se veía, esa sonrisa me tenía profundamente conquistado y sobre todo la calidad y calidez con que sin sonrojarse mostraba una vagina peluda o un pene negro y enorme, para envidia de las niñas y de los caballeros, aunque no podría decir que en ese orden, y que uno se sintiera que le hablaba a uno.
Alejandra: tenes una sonrisa perfecta, unos dientes que hasta el diablo envidia, y tenías, ahora un pasado, un peso que no alteraba ninguna de esas cosas.
Yo era un hombre rendido a tus pies, ¿qué me hiciste?, no te volverás antipática y soberbia como esas flacas que no pueden ni nombrar la palabra “penetración” que a vos te sale tan bien.
Reconozco, estoy enamorado, pero tengo miedo de perder mi objeto del deseo, ¿será que encontraré otra gorda tan apetecible y eficaz como ella?
Todos mis íconos se vienen derrumbado, qué vida triste.
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