Como se observa, las empresas están en la Web 2.0.
Esto se debe a que las empresas están donde está la gente, por lo tanto, la deducción más directa es que en las redes sociales están los clientes.
Lo complicado es averiguar qué tipo de razonamiento directo es no evaluar la realidad de quién es el usuario que se encuentra detrás de esa idea.
En principio, es un usuario más que informatizado, últimamente se llama informatizado a alguien que usa computadoras, y tampoco es demasiado exacto.
En la realidad de las redes es que hay de todo en todos lados, pero especialmente quienes participan de las redes sociales, son especiales, son navegantes, conocen bastante de “lugares” virtuales, buscan información sobre sus intereses particulares y es la clase de actividad que las empresas conocen, porque es la clase de información que se “trafica” en las redes sociales.
En las redes sociales, todo parece gratis, fácil, sencillo, envuelto con moñito, pero en realidad le estamos vendiendo el alma al diablo, nos estamos entregando a nosotros mismos, somos comodities, nuestros datos son negociados, vendidos, una y cien veces, y entre nuestros datos están qué cosas nos tientan, qué nos interesa, qué compraríamos.
Detrás de toda esta enorme maquinaria de tentaciones hay empresas que pagan estos datos para ofrecernos sus productos, para tentarnos.
Claro que como todo producto, no sólo tiene un costo por sus insumos, sino por toda esa oferta y circulación que no da resultado.
Si de mil personas, una compra, esa única tiene que sustentar con el costo de lo compra aquel costo que generó la convocatoria a los mil.
Esto lo fueron descubriendo aquellos que administran la masividad de los datos, que no es sencilla y tiene un costo asociado.
Es decir: no basta con tener los datos, hay que administrarlos además, manipularlos, pensar en cómo utilizarlos, y eso requiere de un recurso cada vez más útil: el recurso humano.
Es como una paradoja, el uso de un medio que parece “ahorrar” en recursos humanos, en realidad necesita de ese recurso para auto sustentarse.
Lo que está pasando es que hay una reconversión del uso de los recursos, y esa reconversión requiere de empleados especializados en ciertas áreas, que no solamente se circunscriben al conocimiento técnico, sino a un conjunto de conocimientos.
Internet genera una fantasía del costo cero, en realidad lo que pasa es que hay un nuevo giro respecto al perfil del empleado que va a dirigir un proyecto de venta o vidriera de productos en Internet.
Un sesgo que se observa es que hay empresas que pretenden iniciar su propia red social con la idea de colectar sus propios datos y clientes, olvidándose que en Internet nada es tan directo en realidad, una de las condiciones para difundir productos es que dichos productos tengan presencia general, no particular, es decir, una empresa no tendrá más remedio que gestionar su propuesta en todas las redes sociales que pueda, e imprescindiblemente en las más importantes que ya están instauradas como Fecebook o You Tube o blogs e incluso en emprendimientos Web 2.o de diarios.
Entre otros aspectos un concepto interesante es aquellas caulidades de los nuevos empleados en coincidir con su percepción en aquello que atrae usuarios, y luego de ello, además transformar a ese usuario en Cliente.
No es que en Internet se ahorre empleo, es que ha cambiado el modelo de empleo.
En todos los casos el empleador debe tener en cuenta que esta persona que administrará su presencia en Internet, debe contar con conocimientos especiales que no son merodear o navegar, sino actuar, mover, opinar, y sobre todo: saber encontrar el cliente de la empresa, y estar “allí”, para ofrecer lo que se requiera.
Por ello es que una de las actividades que va a necesitar es lanzar una “caza” de talentos muy específica que a su vez requiere de una persona específica para encontrarla.
Nada fácil, como se verá.
Aunque claro, en la medida en que surge una necesidad, seguramente aparecen muchas soluciones, incluso alternativas que llenarán esa necesidad.
Es una condición del mercado laboral.
En suma, las empresas modernas que están mirando a Internet como un modo de plantear sus negocios tendrán primero que interiorizarse con sus particularidades.