La verdad que aunque siempre nos quejamos del fraude que nos parecen los oscares, estamos pendientes y logran con esa gran puesta en escena que nos veamos obligados a ver las pelis que entran en la danza del supuesto prestigio.
Respecto a película extranjera, estoy bastante enojado con que no hayan elegido a “El hombre de al lado” para representar nuestro país, eligieron algo “parecido” en estructura narrativa al Secreto de sus ojos, como fórmula, como si fuera que iban a tener en cuenta dos años seguido esa “dádiva” perversa de incluir películas extranjeras, a nuestro país.
Tienen que quedar bien con diferentes países, si vamos a ser sinceros, si el Secreto no fuera un poco del tipo “taquillera”, esa fórmula narrativa yanqui en la que todo “cierra” con algo de malo y algo de bueno, pero que deja una pobre compensación a cambio, para que parezca que los buenos vencen.
En todos los sentidos, en historia, en guión, en puesta en escena El hombre de al lado, es extraordinaria, incluso mejor que el Secreto, pero los que eligen para presentar al premio, piensan con el bolsillo, en vez de con la cabeza, insistieron con la que más estructura taquillera presenta.
Luego, El discurso del rey, la verdad, salvo que la anécdota es llamativa, como película, como mensaje cinematográfico, como logro cinematográfico, no es más que la misma fórmula: la taquilla, el triunfalismo, y mucha plata para organizar la escenografía.
Una fórmula, que ya se sabe perversamente recursiva.
Por eso es tan fácil conocer los resultados.
Me saco el sombrero ante la actuación de la Portman, y también con destellos en que la historia, aunque es obvia, inquieta.
Lo único que salva esa película es la actuación de la Portman, lo demás es obvio, sin “intelecto”, sin…ese algo que se debe lograr, que ya deberías ser una obligación en toda película que se tenga en cuenta en esos premios.
Menos mal que pasados los efluvios inventados por el premio, quedan los nombres que deben quedar: las pelis olvidables, como creo que es la del Discurso del Reya, se olvidará, la actuación de la Portman, no, y doy un voto de confianza a EL hombre de al lado, para que pueda superar las malas elecciones de nuestro insulso jurado, que no es capaz de jugarse por la originalidad en vez de por el destello fácil.
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