En el Caribe había muchos piratas famosos, pero el Capitán Morgan era el más famoso de todos. Hasta que la fama del Capitán Pedro Caníbal empezó a igualar la suya. Entonces surgió entre ellos la rivalidad por ostentar el título de pirata más famoso. El que llevara a cabo las acciones más temerosas, crueles e inauditas se llevaría el título.
El Capitán Morgan, protegido por las tinieblas de la noche, penetró en la inexpugnable fortaleza de Santa Rita la Mayor y, tomando preso a su comandante, se retiró antes del amanecer. Pero Pedro Caníbal raptó al Virrey al mismísimo mediodía y además prendió fuego a la ciudad. El Capitán Morgan tomó al abordaje la goleta Azucena y colgó a toda la tripulación. Pero Pedro Caníbal no sólo decapitó a toda la tripulación de la fragata Margarita, sino que encima rellenó de pólvora a su querido loro-mascota, le metió una mecha, le prendió fuego y lo soltó de la jaula. El loro explotó en el aire cuando ya pensaba que estaba a salvo. El Capitán Morgan no se dejó ganar por su rival por mucho tiempo. Violó Personalmente al Arzobispo de Toledo, de visita entonces por las misiones de Ultramar. Pero Pedro Ca-níbal asó y se comió al Secretario del Arzobispo previamente escabechado vivo con veneno de serpiente de cascabel, según la receta de
unos caníbales de la Amazonia. La admiración de la opinión pública se dividió a partes iguales entre ambos capitanes y ninguno de los dos lograba vencer al otro.
Entonces se propagó la noticia de que zarpaba para Europa un galeón de siete mástiles cargado con diez millones de piezas de oro y noventa y nueve vírgenes adolescentes, pertenecientes a los mejores linajes y destinadas a los mejores monasterios de España, Ambos capitanes se lanzaron al mismo tiempo a hacerse con un botín de tan extraordinario valor. Cada uno quería adelantarse al otro y resolver de una vez por todas a su favor la rivalidad por ostentar el título de pirata más famoso.
Cuando Pedro Caníbal subió a bordo del galeón estaba seguro de su triunfo. Aunque por el camino había topado con vientos adversos, no se veía a Morgan por ningún lado, encontró el oro en su sitio y las vírgenes parecían intactas. Pero cuando empezó a contar, resultó que faltaba un ducado y una virgen. Y en la puerta del camarote del capitán encontró una hoja de papel clavada con un puñal:
QUÉDESE CON EL RESTO
Pedro Caníbal no sobrevivió a esta deshonra. A pesar de su apellido vulgar era un hombre de honor. En cambio el Capitán Morgan se convirtió en el pirata más famoso, aunque sólo había ganado una pieza de oro y una virgen de la que, además, se rumoreaban ciertas cosas.
Slawomir Mrozek (Polonia)
Breve reseña sobre su obra
Escritor, dramaturgo y dibujante de comics polaco nacido en 1930. Estudió arquitectura, historia del arte y cultura oriental. Trabajó como periodista, y a final de los años 50 comenzó a escribir obras de teatro. Entre 1963 y 1996 vivió exiliado en Italia, Francia y México, hasta que en 1997 volvió a Polonia. Por su trayectoria como escritor, fue distinguido como Caballero de la Legión de Honor por el gobierno de Francia.
Algunas de sus piezas teatrales más representativas son Striptease (1961), Tango (1964), Los emigrados (1974), El embajador (1981) y El residente (1986). Ha publicado también varios volúmenes de narraciones cortas, entre las que figuran El elefante (1957), El progresista (1960) y Un ratón en el armario (1970).
El precio de la fama pertenece a Juego de Azar, editado por El Acantilado.
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