Nosotros, somos una generación “cultivada” por la televisión, que nos ha enseñado durante toda la vida, que el traidor siempre pierde, eso nos han hecho creer, al menos.
Pero en Argentina, ese mensaje cayó en barril sin fondo, si bien me pone contento que los mensajes televisivos queden ahí, justo este el tema de la traición, era uno de los que me gustaban cómo se presentan.
En Argentina, tenemos el emblema del gran traidor, Julio Cobos, uno que parece un tipo, común, corriente, con una actitud de indecisión que es bastante fastidiosa, porque uno por experiencia sabe que, en política, los indecisos son fáciles de tentar de con falso oropel, el indeciso nunca sabe en dónde está ubicado, siempre ocupan un lugar que los demás se encargan de endosarle, es dócil y débil, y de esta manera navega en aguas en las que nadie le tiene miedo, parece inofensivo, entonces se usa para “hacer número”.
Estas cualidades, creo, son las que vieron los K para ubicarlo en un puesto en el que su función era dar la imagen de que los K no son dinastía, sino que comparten el poder y las opiniones con la competencia, un radical, que como parecía, era inofensivo, fácil de guiar.
En la aceptación de ese rol, el traidor por primera vez se expone, su propio partido lo expulsa, y lo revela como el traidor.
Volviendo a la t.v. , como todos sabemos una vez que uno traiciona, ya pasó esa línea de la dignidad de la que no se vuelve, de manera que no se entiende bien qué esperabas los K. que pudiera cambiar.
Y para colmo de males, esos hechos, ambos, en vez de sacarlo de la vida ciudadana para siempre, lo habilitan a opinar, porque en un país tinellizado, cualquier vedetonga opina, de manera que Cobos no es una excepción.
Este señor, que sin dignidad sigue navegando, ahora propone, como si tuviera palabra, pide, por supuesto esta clase de personajes no tiene un proyecto real, sino que se toma de discursos que sabe que son los claves para la población, la seguridad, el trabajo, la educación, y le coloca un aditamento, que dicho por él es gracioso: un Servicio de Voluntariado, cuyas descripción no me voy a explayar porque el título habla por sí mismo.
Ahora que este señor, parece no haberse enterado que dichas actividades existen desde hace años, y que no ha inventado nada nuevo.
Dice además, ser autor de dichas actividades en Mendoza, y que con ello “rescató” un montón de adolescentes en situación de riesgo, propone la formación y orientación a actividades como carpintería, telar, soldadura, curtiembre, electricidad, construcción, jardinería, mecánica, gastronomía, turismo, plomería y costura industrial, entre otros.
Como dije antes, la t.v. deseduca, pero también educa, si este señor mirara televisión, notaría que hay un canal, Encuentro, donde desde hace años se forma a adultos en todas esas actividades, que no sólo se dan en t.v., sino también presenciales.
Ya te ganaron de mano Cobos, tus sugerencias ni siquiera son originales.
Luego se mete con el sistema Universitario, tengo vergüenza de escribir sus propuestas, porque esta estaría escribiendo un plagio, de un plagio, que a su vez es un plagio.
Nada nuevo, especialmente cuando se es traidor, se pierde el pudo para decir cualquier cosa.
La palabra “solidaridad” en boca de ese señor, qué quieren que les diga, me baja la presión.
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