Me resulta difícil no hablar de este personaje sin ser admirativo.
No por lo que hace, sino porque puede hacerlo. Se da el gusto de mantener a raya a las empresas con sus abusos y mantiene algo así como saneadas las actividades de internet.
Es un justiciero moderno con el que sentirse repaldado, pero siento una ambivalencia en que los métodos son casi los mismos de aquello que combate, y ya sabe, somos una especie que deposita en la fuerza y el poder nuestra admiración, aún cuando la razón nos dice que eso conduce a peores situaciones.
La primera de esas situaciones es precisamente el abuso.
Me encantó la ayuda de Anonymous cuando defiende la libertad de expresión, pero sus ataques son peligrosos, sobre todo para el estilo de vida que precisamente defiende.
El más reciente éxito es el de bajar la ley SINDE que proponía intervenir sobre sitios que permitían bajar archivos protegidos por copywrite.
Al respecto tengo, como dije, un sentimiento controvertido, porque cuando pienso en libros, me da bronca que el autor sólo reciba un 10 % de su producción, y que todo vaya a la parte del león, editoriales, distribuidoras, cuando son trabajos administrativos.
Un día tendría que haber un sistema que realmente controle cuáles son los costos de editoriales y distribuidoras que respalden semejante despojo; de manera que la piratería de archivos de libros hasta me pareció justicia, sobre todo porque no hay ninguna manera de defenderse por parte del autor, sobre cuántos ejemplares se vendieron o negociar otro porcentaje. Los autores son esclavos del sistema.
Anonymous le sacó la lengua al sistema y finalmente movió tanto barullo en las redes, además de atacar sitios que se oponían, que la propuesta de la ley Sinde retrocedió.
La ley incluía también la bajada de archivos de música, y en cuanto se levantaron voces de los propios autores, damnificados por elevación, los ataques a sus sitios eran despiadados, le ocurrió por ejemplo a Elton John, que fue atacado por el grupo de Anonymous varias veces, dejándolo sin servicio.
Anonymous, que se sospecha son un grupo grande, se volvieron héroes internacionales con el apoyo a Julián Assange, el que colocó los mails “del poder”, en público conocimiento, el asunto fue de antología y en ese momento se nos fueron todos los remilgos, fueron los más admirados y ahora apoyados por los despojados del mundo entero.
Cada vez que una empresas, funcionario o famoso se opone a la libertad de expresión en Internet, al entender del grupo, se ocupan de realizar “hacktinvidades”, el último rescate, contra Sony, por apoya la ley SOPA, una ley que permite la invasión de la privacidad de los usuarios.
En el 2011, Sony sufrió una pérdida millonaria cuando el grupo hackeo la red que administra el juego PlayStation 3, extrayendo información sensible de los clientes que provocó la suspensión del juego y un bono especial de Sony a los millones de usuarios de resarcimiento por el daño causado
Se supone que le ofrece al que se opone un poco de su misma medicina, en cuanto Sony apoya la ley SOPA, Anonymous dice: bueno, invadiremos tu privacidad, a ver qué te parece aplicarte a vos la ley.
El tema es que no dejo de pensar en otros aspectos, por ejemplo, en los millones de dólares que la mayoría de las empresas desvían hacia hospitales e investigación, mucha de la medicina nuclear, medicina que usa la tecnología que el grupo ataca, depende el futuro de un planeta en el que cada vez más enfrentamos peligros que desconocemos, porque somos muchos, porque no somos conscientes que nuestro modo de vida tiene sus riesgo, y vivimos en un limbo en el que todo lo dejamos para que lo solucione otro.
Me pregunto, aún cuando detesto el sistema del capitalismo salvaje con el que las empresas nos “capturan”, sobre todo las que crearon engendros como los PlayStation, me pregunto, qué cosa se está dejando de hacer en beneficio de la humanidad cuando los millones, tan necesarios para la medicina, se desvían para asuntos como este.
Lo último que supimos de Anonymous es que anunciaron que el próximo ataque a Sony, no será a los juegos, que consideró poca cosa, sino directamente a los sitios Web de la empresa.
Sony dejó de apoyar la ley SOPA, lo cual también es un antecedente difícil de sostener.
Los ataques del grupo, parecen hacer más daño que proteger la libertad de expresión, somos una especie que no tiene ningún control sobre el poder que puede ejercer, por qué Anonymuous se saldría de la regla.
Repito, admiro y me repele lo que el grupo intenta, tengo envidia de que pueda hacerlo porque sospecho un conocimiento e inteligencia superior, pero no dejo de preguntarme si en realidad las actividades del grupo no son más nocivas que los que pretende proteger y por eso mismo la vulnera.
Hay granes fantasías sobre el hombre controlado por máquinas, en este caso, el hombre está controlado por la tecnología, con leves diferencias de interpretación, casi estamos viviendo ese futuro: el hombre controlado por la tecnología.