Lleva la camisa desarreglada. En el medio, a la altura de la cintura, cerca del cinto, se alcanza a ver un botón desabrochado, como si no hubiera tenido tiempo de abotonárselo.
Se le nota el descuido en las arrugas de la camisa, justo en el borde, al hundirse debajo del cinto de cuero negro; la corbata un poco ladeada, como si se la hubiera doblado el viento, luego de una carrera; además, no anda por los pasillos, se desliza, flota, patina, vuela, la cara reluciente, el pelo en desorden y húmero, como si acabara de salir de la ducha.
Me ofrece la mano, aunque no me mira.
La tomo y puedo sentir el contacto vibrante, el calor de la huella de las líneas de sus manos se pega en mi palma, y me inunda el recuerdo de la noche en donde esas manos vagabundean en mi cuerpo, la boca en mi cuello y el convulso pez que me penetra, mientras desaparezco en la escarcha de mis huesos, bajo su peso me siento invencible.
Anoche, susurra, empujando el aire que yo me acerco a dejar que se me meta dentro del cuerpo, pero lo interrumpo, le digo: Señor Garmendia, sus llamados quedaron en su escritorio, soltando su mano, porque sé que hay demasiada gente en la oficina, aunque prefiero creer que nadie nos mira.
El entra en su oficina mientras yo me siento en mi escritorio, pero antes de cerrar la puerta me mira y me dice en voz alta: Señor Harlan, recuerde que hoy tenemos el almuerzo con los inversores, no se comprometa para esas horas, usted vendrá conmigo.
Y yo digo, sí señor, mientras pienso en el borde de su cuerpo y en comerme el pez vivo.
Wombat, si no fuera mayor de edad, por favor, no se lo cuente a mi mamá.
Citadino: gracias por confesar que mi estrategia es exitosa en este texto.
Quijote: No, que va, soy escritora solamente.
Gracias a todos por comentar.
Un amigo sostiene que no hay cosa más erotica que hacerle creer a las mujeres que sos gay, es como un imán, siempre intentan convertirte.
De ese modo se levanta un montón de minas que dicen haberlo rescatado.
jajaja..muy bueno Arcadia.
jejeje, Anubis, esa es buena, un amigo mio decía que era impotente, y que ellas quedaban felices de curarlo...jejeje...esa que contó, también es buena técnica.
Gracias por comentar.
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