sintgamas, artículos
 
Usuario:   Clave:    
   
Escribí lo que quieras:  
 
  Gastronomía| Moda| Mascotas| Industria| Om| Mi lugar| Economía| Política| Humor| Ecología| Turismo| Educación| Inmobiliarias| Sociedad| El mundo| Ocio| Música| Ciencia| Tecnología| Internet| Posicionamiento| Diseño| Deporte| Salud| Letras| Cine| Juegos| Miscelaneas| Cultura| Escultura| Pintura| Clasificados| Televisión| Alternativas| Recetas| Telefonía|  
   
 
 
27 Expresate a tu manera. Dejá que los demás se encarguen de malentenderte   por   marisita
 
 
andre_laplume 1/4/2011 | 1:31:01 PM  
 
Bicho logró fugar
Mis esfuerzos no lograron doblegar su naturaleza.
Tags:
  bicho   cuento   andre laplume   columna   fuga   cuentos   mancha  
 

 Bicho no lograba concebir su vida dentro de ese lugar que yo consideraba maravilloso, tampoco Mancha fue la compañía adecuada que supiese mitigar sus anhelos de huida, sus ansias de libertad.

Comencé por experimentar un sentimiento de culpa, debía elaborar una estrategia que consiguiese crear las condiciones propicias para favorecer sus propósitos.
Comprendí que me resultaba imposible erigir un modelo de felicidad que no fuese ficticio, creía que la buena intención de mis planes era suficiente para doblegar o modificar la voluntad de una naturaleza que no me pertenecía más que por mérito de la prepotencia.
 
El calor de la noche no me permitió dormir más de dos horas, por la mañana debía retirar un pequeño cartel confeccionado sobre un fondo negro donde armonicé entre letras amarillas y grises el nombre de la pequeña residencia que bautice con el nombre de “OLAM” –del hebreo Mundo- un poco más abajo, los nombres de Mancha y Bicho.
La tarde la había dedicado a mejorar comodidades, instalé un recipiente de material granítico, rodeado por pequeños promontorios de canto rodado, más algunas plantas ornamentales.
Completé con agua el receptáculo y agregué algunas algas sobre la superficie que servirían de adorno y al mismo tiempo de alimento.

Todo lo armé con dedicación, incluso con el amor y la inocencia que los chicos depositan en sus creatividades.
Amanecí cansado luego de haber pasado por una mala noche, me duché como de costumbre, tomé un par de mates y salí a retirar el cartel.
Luego de caminar unas cuadras, el frescor de la mañana consiguió que me sintiera mejor. En realidad lo hacía por compromiso, ya que tenía decidido el cambio de los planes con los que inicialmente me había ilusionado.
A mi regreso apliqué el cartel en un lateral, aún albergaba una mínima esperanza, pero la realidad era inmodificable. Muy pronto recibiría una lección.

Mientras que Mancha disfrutaba de la pileta y tomaba sol recostada sobre las algas, Bicho seguía con su rutina de girar alrededor del enrejado, no se dejaba seducir por las insinuaciones de quien equivocadamente supuse conquistaría su corazón.
 
Vivía rebelado contra su destino, sólo lograba un poco de calma gracias a las abundantes duchas de sedante que recibía de mi gotero. Pasé la tarde leyendo y tomando mate en el balcón.
 
Al anochecer  tomaría una determinación. Cerciorándome de que el espacio sería suficiente, levanté unos centímetros el tejido y le afirmé una estaca. La salida estaba asegurada, sólo faltaba que Bicho tomara la decisión. Encendí unas guirnaldas con las que había adornado el balcón, ya que sólo faltaban pocos días para las fiestas de fin de año.
Después de mucho tiempo en que no salía de Buenos Aires soñaba con tomar unas vacaciones.

Pasé la noche observando por la ventana del dormitorio, Mancha se había escondido entre las piedras, mientras que Bicho dormía acurrucado junto al alambrado.
Con las primeras luces del día, observé cierto movimiento. Resolví que no haría nada para impedir lo que bicho decidiera.
Tardó pocos minutos en encontrar el hueco y otro tanto para llegar hasta el lateral del balcón. Alcancé a verlo reptar cabeza abajo por la columna, tuve la inmediata premonición de que no lograría bajar por sus propios medios.
Corrí hacia el balcón para socorrerlo, pero ya era tarde. Desprendido de la pared, su destino fue estrellarse contra la vereda.

Me arrepentí por no haberlo dejado encerrado. Abrí angustiado la puerta de calle, llovía torrencialmente, su vuelo suicida empujado por el viento y la lluvia, lo habían dejado tirado en el medio del asfalto. Aún estaba con vida, pero solo fue por un instante. Logré verlo por última vez. La aventura había concluido, la muerte sería rápida.
Caminé por calles que no recuerdo, los relámpagos estallaban en el cielo.
A la vuelta de una esquina nos encontramos frente a frente, nos abrazamos bajo la lluvia helada, y la lluvia se mezcló con nuestras lágrimas.

Andre Laplume
 
Agregar esta página a Mister Wong Compartir
Y pensar que la quería
Medianoche en Paris
Un hombre de la calle
Ella
Ilusiones inútiles
  Comentarios: 0      
 
Enviá tu comentario
Para dejar tu comentario debes ser miembro de Sintagmas.
 
 
 
 
 
 
ULTIMAS PUBLICADAS en Letras |
  Maridadas y esposados
DaniloAlberoVergara
 
  Efemérides, cocktails, artes
DaniloAlberoVergara
 
  San Brandán y el wisge beatha
DaniloAlberoVergara
 
  Lectores sensibles y ánoia
DaniloAlberoVergara
 
  Bises, variantes, simetrías
DaniloAlberoVergara
 
  Entorno, contorno, dintorno
DaniloAlberoVergara
 
  El cómic argentino en Astérix
DaniloAlberoVergara
 
  Finales, medios y principios
DaniloAlberoVergara
 
  Tres sonetos de amor
DaniloAlberoVergara
 
  Traidores y héroes soplones
DaniloAlberoVergara
 
  Metrosexuales y polisexuados
DaniloAlberoVergara
 
  Enigmas metafóricos
DaniloAlberoVergara
 
  Geopolítica y Los Beatles
DaniloAlberoVergara
 
  Antanaclasis
DaniloAlberoVergara
 
  Variaciones mecánicas
DaniloAlberoVergara
 
  Amalia fetichismo du temps jadis
DaniloAlberoVergara
 
  Páginas en blanco
DaniloAlberoVergara
 
  Willy y los cartoneros
DaniloAlberoVergara
 
  Words, words, words
DaniloAlberoVergara
 
  Restauradores de relatos palabras
DaniloAlberoVergara
 
  Un óculo en la falange distal
DaniloAlberoVergara
 
  Neónimos y retrónimos
DaniloAlberoVergara
 
  James Joyce y Simónides de Ceos
DaniloAlberoVergara
 
  In extrema e in media res
DaniloAlberoVergara
 
  Non sequitur y proxémica
DaniloAlberoVergara
 
  Percances de una traducción
DaniloAlberoVergara
 
  Plagiadores eran los de antes
DaniloAlberoVergara
 
  Contraseñas, palabras, noxas
DaniloAlberoVergara
 
  Lector con lápiz
DaniloAlberoVergara
 
  Percances de una traducción
DaniloAlberoVergara
 
 
 
 
TAGS
bicho cuento andre laplume columna fuga cuentos mancha
 
 
  Contacto| Términos y condiciones| Anunciar en Sintagmas| Acerca de Sintagmas| Administrar|      
Copyright 2009 y actual de Sintagmas | Todos los derechos reservados