Y uno de esos es la época del proceso. Ese pareció ser el tema que flotaba, como sello Argentino en la feria del libro de Franckfurt.

Estuvo la presidenta presente, no quiero ser cáustico, pero creo que la presencia de tan alta investidura en la feria de libros más importante, es una señal de que este gobierno tiene una cobertura amplia en su visión sobre la presencia Argentina en el mundo.

Festejo eso.

La literatura, especialmente, tiene un lugar importante en la idiosincrasia latinoamericana, y me alegra que nuestra máximo mandataria asuma ese rasgo. Es un poco como asumir parte importante de nuestra identidad.

Después de todo, no sólo por los años de plomos o Maradona que Argentina es conocida en  el mundo, también por Borges, y otros.

Es de destacar que este año en Alemania hay un record de publicaciones de habla hispana, traducidas, cosa que no se da, generalmente con países invitados a la feria.

Es grato que entre los nombres repetidos, aparece Martín Kohan, pues es un autor que me gusta mucho y es bueno que se premie a los autores con difusión, en el mejor momento de su producción.

La delegación Argentina, estuvo compuesta de alrededor de 70 escritores Argentino. Todo un número.

No debe llamar la atención, que en todo tema de charla y textos apareciera el tema de la llamada Reorganización Nacional, pues en algún momento la historia da cuenta de los canallas.

Sufrimos las secuelas de ese genocidio, tal como a la misma Alemania, aunque en diferentes graduaciones, el dolor de la opresión y los asesinatos no es una cuestión de cantidad o escalas.

Se destacó la inversión actual en educación en Argentina, teniendo en cuenta los otros gobiernos con qué comparar. Cualquier actividad en cultura, por más nimia que sea, se hará notar.

Se homenajeó a escritores como Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y Héctor Oesterheld, escritores paradigmas del compromiso de los intelectuales en la resistencia a la dictadura.

Si algo enseña la historia es que la supresión de ideas no se logra ni con la opresión ni con el asesinato.

Me reconforta que se haya tenido en cuenta en un evento tan importante, que la historia Argentina no es un mero tema literario, sino que fueron años que nos enseñaron a apreciar lo que perdimos duramente, pero que nos dio voluntad de recuperar: cultura.