300 veces la masa del sol, es el tamaño de la estrella que se descubrió en la nebulosa Tarántula. Qué nombrecito. A 165 mil años luz, es una galaxia vecina a la de Magallanes.
De nombre oficial R136a1, la monstruosa estrella, lo más asombroso que tiene es que exista. Siempre nos da sorpresas la vida, ya cuando se cree que por alguna razón física o experimental se ha llegado a algún límite, aparece la realidad y te saca de la fantasía mostrándote algo novedoso que rompe el límite en el que se creía.
La sorpresa tiene que ver con los cálculos que hacen los científicos de lo “imposible”, y ahora cambiamos imposible, por difícil, que es un cuerpo celeste que supere determinadas magnitudes, sencillamente la propia física de los objetos determina ese límite.
Sin embargo, la excepción, como este caso, sirve para ajustar mejor la teoría, algo se ha escapado del límite quiere decir que algo le falta a la teoría.
Un objeto tan grande, pierde su peso debido a otros fenómenos físicos que se desatan debido a su tamaño, como por ejemplo vientos internos que van desgastando el objeto, con la edad estelar, se van achicando.
La nueva estrella, de mediana edad, va empequeñeciéndose en término de millones de años. Se calcula que ha perdido un quinto de su masa.
Se calcula que el sol tendrá aproximadamente 4500 millones de año de vida.
La superestrella quema combustible a mucha mayor velocidad por lo tanto tardará mucho menos en llegar al punto en que no hay cómo alimentar semejante reactor nuclear, su interior colapsará en una exposición que la convertirá en supernova. De esa explosión quedará material de descarte desparramado, que es posiblemente el origen de los planetas, cometas, meteoritos, rescoldo de estrella.
Cuando ocurre ese tipo de explosión, se especula que es el origen de agujeros negros esa singularidad de objeto tan masivo que se “traga” todo a su alrededor sin que nada salga de él, pero de ese monstruo, por su tamaño se espera otra cosa, pues su tamaño es tan grande que las capas internas están muy alejadas de las externas, éstas últimas estarán más frías y se convertirá en una enana blanca con un reactor interno enfriándose.
Las estrellas supermasivas son rarísimas, se encuentran en conjuntos estelares muy densos y son difíciles de encontrar.
Quién sabe será el hallazgo del siglo, quién sabe qué otra de estas se puedas encontrar en los próximos años.
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