Además de que no se ha habilitado para toda la población que la necesite, la prueba de la vacuna contra el Sida, ha dado signos de degradarse al año, momento en que sus efectos comienzan a dejar de dar resultados.
Comenzaron con probarla en Tailandia, donde el flagelo tiene una importante virulencia.
Se anunció con bombos y platillos, como si fuera el fin de la enfermedad, pero sólo protege en forma temporal, casi por un año.
Es curioso que los ensayos se hayan conducido con autoridades médicas del ejército, porque no se dice pero la incidencia en ese organismo es altísima, aunque nadie lo admite abiertamente.
Aunque la vacuna disminuye el riego de infectarse, no es segura luego de un año.
Las organizaciones que se ocupan de investigar la cura, tienen que volver a empezar, deberán ocuparse de diseñar un sistema más eficaz, ya que los costos del procedimiento son superiores al beneficio, que es de solo un año.
Según informes de la ONU más de 33 millones de personas están infectadas y la cantidad anual que se suma a esa cifra es de aproximadamente 2 millones y medio.
Es indispensable que se encuentre una cura.
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