El escritor Philip Parker (¿parece chiste que el apellido sea del del hombre araña?), llamado el escritor más rápido del mundo, puede generar un libro en 20 minutos.
Ha inventado un programa de computadora que lo hace, basándose en un tema, se consulta una base de datos con lo necesario y de ahí surge un libro.
El ¿autor?, es un catedrático de Ciencia de la administración de la escuela de negocios, le llama a su invento, la máquina de escribir libros, pero no sé si un programa califica como máquina, claro que si cuestionáramos un título o nombre le estaríamos dando estatus de literatura, y francamente hasta la idea me parece descabellada.
Lo que sí, nunca subestimo a la humanidad, estoy segura que muchas editoriales estarían interesados en el proceso, ya que el inventor-¿autor?,. vende la idea de que con su máquina se ahorran costes, no hay autor, ni edición, ni corrección, ni pruebas, ni tiempo, ni discusiones entre autor y editor (quién va a discutirle a una máquina), ni…
Lo asombroso es que no es una utopía, es una realidad, el ¿autor?, ya generó, dicen, más de 200 mil libro. ¿Dónde están?, ¿cuáles son?, digo, para evitarme la compra o leer la solapa a ver si lo compro.
Declara, el ¿autor?, que las publicaciones no han cambiado esencialmente desde Guthemberg.
Sólo imaginar cómo lee ese “catedrático”, para afirmar semejante absurdo, ya puedo imaginarme la clase de libro que ¿escribe?
Lo peor, creo, lo más monstruoso son las declaraciones y las palabras que usa para decirlas: “se necesita un sistema automatizado que elimine o reduzca sustancialmente los costes en recursos humanos,…”
Ya de paso, podría “eliminar” lectores, y los recursos humanos quedarán reducidos al mínimo.
No faltará, claro, los que defiendan este modo de ¿escribir?, libros, no debería asombrarnos, pues ya desde hace rato que funciona el automatismo con nombre de “arte”, en otras disciplinas, como por ejemplo en la TV., el formato “Tinelli”, por ejemplo, que tanto resultado da, si se mide el resultado por ganancias monetarias, de la misma manera, el formato “Tinelli, “elimina” los recursos humanos, sobre todo los de materia gris.
Según el ¿autor?, su máquina de crear monigotes de libros, contiene una fórmula, que trabajando con una base de datos, genera no un libro, sino además un best sellers,
El producto del engendro, cuesta 23 centavos de dólar, y el ejemplar se genera a pedido, no hay pérdidas económicas, no hay “producción”, mano de obra, y sobre todo, cerebro.
Ah, un detalle no menor es que el ¿autor?, tiene libros a la venta, en papel, por medios atradicionales, dicen los que lo leyeron que ahí está el “jugo” de la idea, de la máquina generar libros.
A mi lo que me parece es que es una gran avivada de embaucar lectores, que estarán curiosos por comprar sus libros reales y los pergeñados por la máquina siniestra.
Pasarán dos cosas, una de las cuales prefiero: o se hace rico vendiendo su libro por la tremenda publicidad lograda por su invento, o se hace rico vendiendo los engendros creados por la máquina, de cualquier modo, lo más probable es que se haga rico, estas ideas siempre atraen a las mentes Tinellistas.
No se quedará en libros, estamos al acecho de otras producciones, como la creación de videos y videojuegos.
Lo que me temo es que como estamos en manos de irresponsables respecto a todo lo que sea cultura, no faltará alguien del gobierno de Macri que se le ocurra comprar la dichos maquinita, así “genera” algo, todo en 20 minutos, lo que pudo generar en toda su actuación como jefe de Gobierno.
Lo más gracioso de todo es que para vender la idea dice cosas como que la máquina crea “juegos educativos”.
Hay interpretaciones para todo. Para ciertas personas la un proyecto que promueve la “eliminación de los recursos humanos”, es una enseñanza que claramente tienen que aprender los jóvenes que gobernarán mañana.
Yo, francamente, creo que hay que meter en un loquero al tipo, está deschavetado.
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