No sé si es mi mirada, pero últimamente no hago más que ver titulares de asesinatos por parte de niños contra niños, o hechos delictivos de niños por asuntos de adicción con la computadora.

Los crímenes que pasan debido a la adicción de los jóvenes a la Internet son pocos, por ahora, aunque usar la palabra “pocos” tratándose de asesinatos para una minimización, no lo es.

Me impresionó profundamente el caso de la pareja que dejó morir de inanición a su beba de tres meses por la adicción a un juego, jóvenes, ellos, en vez de recordar que eran responsables por un bebé, se pasaron 3 días sin ir a su casa.

No quiero siquiera imaginar lo que debió sufrir ese bebé, no sé si hay muerte más terrible que la muerte por hambre, el estómago comienza a digerirse el cuerpo, a comerse a sí mismo, y es como si se tuviera un bicho que te come desde adentro.

Es la película Alien propiamente dicha, sólo que en vez de eclosionar un bicho, se te va la vida.

Hubo un caso en Seul, creo, si mal no leí, de un joven de 22 años que mató a golpes a su madre por tratar de sacarlo de la pantalla, agravado por el hecho que parece que le robaba la tarjeta de crédito a la madre para pagar el vicio.

Como pasaron en Corea del Sur, parece que es un cuento, algo que le pasa a los otros, pero basta pasar por los cibercafés para darse cuenta que es un peligro latente, que puede ocurrir en cualquier lugar del mundo.

Da cosa ver a niños y adolescentes metidos en esos lugares oscuros, de dudosa higiene, olor a submundo en donde no hay el más mínimo contacto social, cada uno metido, capturado por la pantalla, en la mayoría de los casos con juegos en sus pantallas.

Ya se habla de la adicción por internet, como una enfermedad, he oído incluso a padres decir: prefiero que esté en la computadora en vez de drogarse.

Tal frase me llena de estremecimientos, porque es como “dar permisos”, para evitar un mal mayor, es una locura.

No creo que haya que prohibir la actividad porque quién sabe para qué destrezas van a necesitar los niños de hoy para el mundo del futuro, nuestra generación de adultos, son los que fueron pionero en esa “adicción”, en la adolescencia y hoy son más aptos para puestos de trabajo que muchos de los padres, pero como todo, el abuso no puede ser bueno.

El problema es determinar cuánto constituye abuso.

O si para cuando ya es tarde, recién se nota el abuso, como en el caso de los asesinatos en Seul.

Lo que se nota es que hay niños que se acercan a la pantalla de tv. y le pasan el dedo, que es el gesto que se realiza sobre iphone, para pasar de pantalla, hay que ver la diferencia entre los dispositivos comienzan con esas pequeñas aparecerte confusiones, y luego, la confusión puede transferirse a la realidad.

En Argentina no hay siquiera estadísticas y mucho menos actividades de control para prepararnos para lo que es seguro que vendrá, es sabido que lo que se da en un tipo de sociedad, es factible que ocurra en otra.

No es algo que ocurre allá en Seul, es algo latente en todo el mundo.

Pienso que los padres no estamos equipados para tratar el asunto, y que muchos menos nuestros servicios de prevención de salud, de manera que cuando algún caso golpee en Argentina, será estruendoso.

Este tema no es menor, creo que los padres debemos exigir que haya un control de estos entretenimientos y cibercafés en donde debería estar prohibida la permanencia de niños sin sus padres.

Leí que en otros países se está implementando un control de adicción por los juegos, instalando un programa de códigos de identificación para que el mismo juego controle la cantidad de horas que un mismo usuario puede acceder a él.

No me parece mal, ante ausencia de ideas, pero me parece que tiene que ser un esfuerzo conjunto entre las compañías, para que no termine siendo que jueguen a varios, con varias compañías y no se solucione nada con ese control.

No quiero ser mala onda, pero este gobierno no se pone en nada de acurdo entre sí mismos, por cosas de necesidades básicas, me temo que de este temas se harán los desentendidos.

En otros países, ya hay lo que se llaman clínicas de recuperación de ese tipo de adicción, especialmente, acá ni se dan por enterados.

El tratamiento es pagado por el gobierno en Seul, no imagino que un gobierno que no sabe dar contención social a sus habitantes, se ocupe de este tipo de adicciones.

La guerra contra la adicción a juegos es la próxima guerra que nos espera.