Además de la violación de una niña de 14, por parte de tres delincuentes, de la niña a la cual, toda su familia se rifaba a los naipes para abusarla y los motochorros, en el resto de nuestra televisión se ve la Tinellización de peleas en rounds de calibre dudoso, pero efectivo.
Es todo lo que vemos, entonces no sé por qué nos extraña que haya jóvenes en las escuelas a las que llevan navajas, armas, que agredan a la maestra, o a quien sea.
La edades de entre 12 y 16 años, compiten con las edades de entre 20 para arriba y sin tope de los espantajos televisivos que concursan en el programa de Tinelli.
Los mensajes de texto se han vuelto heraldos de injurias y amenazas, al más puro estilo televisivo, el mismo texto se vuelve una injuria como cualquier otra cosa.
Se lo usa para defenestrar o para vanagloriarse.
Las torpezas de los videos grabados, se vuelven herramientas de farsa o de defunción, el caso es que la locura de la tecnología hace aflorar lo peor de las personas.
Una ciudad entera defenestra a una víctima de 14 años, una niña, que con la excusa de haber consentido, piensa, un pueblo entero, que los delincuentes adultos no tienen la culpa.
Es hora, creo yo, que el estado tome cartas verdaderas en el asunto, por ejemplo, que empiece a dejar prosperar los juicios que se tiran por elevación la farándula payasesca de la tv, y pierdan todos, pagando al estado por cada pelea, insulto o agresión a cualquiera de ellos.
Con ese dinero que el estado lo done a las escuelas para mejorar el apoyo psicológico a la juventud, como se hace en los países desarrollados.
De alguna manera hay que reaccionar para algo que evidentemente está en alza, la imitación por parte de los niños de lo que pasa en la tv.
Es preocupante.
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