Oí que alguien preguntaba de dónde sale que a la tv moderna le va bien mostrando la miseria ajena.
La respuesta es muy sencilla: porque se consumen.
Y donde haya algo que un espectador consume, están las empresas dispuestas a financiarlo, la devolución aparece cuando compramos ese producto que vimos hasta el hartazgo en cada propaganda que esos programan pasan.
Esto, hasta aquí, parece de Perogrullo, la cuestión es: por qué consumimos programas que nos muestran la miseria ajena.
Y esa respuesta ya es más compleja. Los psicólogos dicen que nos tranquiliza ver que otros pasan peores vergüenzas que nosotros mismos, como si el hecho de comprobar nuestra humanidad dependiera de ese reflejo.
En ocasiones tuve oportunidad de saber que personas inteligentes, formadas, profesionales, muy concentrados en sus tareas, veían ese tipo de programas, y ante la pregunta de por qué, me contestaron: porque no piense en nada.
En algunos es un morbo, en otros un opiáceo y en cualquiera de los dos casos involucran en una carrera por el consumo, que no tiene fin.
Por un lado, la misma tv, nos muestra de muchas maneras que el consumo nos está llevan a la destrucción del planeta en muchos sentidos.
El calentamiento global, la contaminación tecnológica, la falta de agua, la desertificación y cositas así de “leves”, y por el otro nos empujan al consumo, con cosas que no necesitamos ni pedimos.
Lo que no comprendo bien es: entonces quién hace lo que debe hacer. Esas mismas empresas que pagan para que consumamos, a su vez, son las que contaminan y destruyen el planeta, pero sin que esas empresas aporten al proceso, nosotros no nos enteraríamos que el planeta está siendo destruido.
Es un escándalo, pero no por mostrar las miserias humanas, sino por mostrar las contradicciones del sistema.
Encender el tv, para mirar los programas llamados basura o un documental, conducen al mismo fin: la destrucción del planeta.
Entonces no debería asombrarnos que los unos digan: que cuiden el planeta lo que ven documentales y lo apaguen, que no compren aire acondicionado, que no usen heladeras, y viceversa, los que ven documentales digan: qué inconscientes los que consumen tv basura, deberían prohibirlos.
¿Quién tiene razón?, y mientras tanto: quién hace algo por el planeta.
Yo misma, con este mensaje estoy metida en la rueda.
Aunque me gusta sentir que hay una salvedad: en este sitio, Sintagmas, no leemos ninguna propaganda, salvo las que publican en post que podemos elegir no leer.
Guardo la esperanza que esto siga así, pero no deja de preocuparme el mundo, en la dirección que vamos, no parece que vayamos a adquirir sensatez, es el bien más escaso.
Los que verdaderamente se sacrifican, gente cuya vida se filma en documentales, a su vez, en el propio proceso del documental, ya contribuye al calentamiento global, aunque sea en menor medida que otros.
Es desalentador.
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