Estamos acostumbrados a pensar que una persona educada, con estudios, no puede corromperse o cometer delitos, como si la educación fuera un camino que te aparte de eso.
Yo creo que es todo lo contrario, creo que la educación sirve para refinar los métodos para cometer delitos.
Empezando por los grandes montos de dinero del mundo en manos de unos pocos millonarios, que son el aval legal, se quedan con recursos humanos, naturales y artificiales utilizando la educación de las universidades para crear medios de explotación.
En relación a los que usan la educación para el bien del planeta, es clara la tendencia de usar la educación a los fines de obtener bienestar (en exceso, mucho si es posible), incluso si eso provoca muchos males al prójimo.
Con esta idea de base, no me extraña que en los ámbitos universitarios, cuna de las ideas delictivas, se haya destapado un escándalo en la universidad de Tucumán.
Se ha filmado un pedido de un secretario, ofreciendo contratos (dinero en potencia), a cambio de votos.
Ramiro Moreno, secretario de Bienestar Universitario. Está claro que el señor secretario tiene clara la función primordial: su propio bienestar.
De ese hecho hay un video, combinando con la época y una denuncia.
He estado leyendo desde el año pasado denuncias con pruebas contra la Vicedecana Zubieta de la univ. de letras, y escuché incluso declaraciones de testigos directos de la corrupción y ahí sigue, lo más pancha, “repartiendo” puestos, haciendo ganar concursos en clara moneda de “pago de deuda privada”, y no ha pasado nada.
El despojo de la gente honesta del que no hay videos, pero sí muchos testigos y pruebas y ahí sigue bien cómoda en su puesto.
Mi natural escepticismo me hace pensar que un día veremos Romero, recibir sus votos, cuando los efluvios de los medios se acallen.
La Zubieta goza de excelente salud y prestigio, aún cuando todos saben que está en ese puesto “devolviendo” favores en formatos de cargos y quién sabe qué otras cosas.
Qué importante es la educación.
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