Cada vez le creo más al poder de la pantalla, con tanta información, los delincuentes, cuando ven tv, en realidad van a la escuela.

Del mismo modo que el famoso padrino televisivo, penetraba hasta el corazón mismo de la iglesia, descubriendo que allí estaba entre pares, pasando por la complicidad del gobierno, donde también encontró espíritus afín, en Colombia, se da una cosa parecida.

A Uribe, que está entretenido en llevar una exitosa política de lucha contra la guerrilla izquierdista de su país, le acaba de llegar un informe por parte de organizaciones de derechos humanos, una queja de que ciudadanos colombianos realizan actividades de espionaje y escuchas telefónicas ilegales fue del país.

Según esas organizaciones son de origen de Cartel de la Droga, según Uribe izquierdistas rebeldes que intentan desestabilizar su gobierno.

Lo menos que puede hacer ese país es cambiar de guionista, o de película.

Sin embargo, la Federación Internacional de Derechos Humanos tiene prueba que es la central de inteligencia colombiana (DAS), dependiente, sin escalas, de Uribe la que realizó las intercepciones a miembros de la organización europea de derechos humanos.

El seguimiento telefónico, además de a políticos y periodistas locales, se extiende a políticos de oposición de otros países, diputados y diferentes niveles en varios de los organismos de otros países, como Ecuador.

Ya se habla de una empresa criminal asociada a la DAS.

Se está solicitando al parlamente Europeo algún tipo de investigación formal y fuertes sanciones para con ese país.

Las consecuencias de estas denuncias son inesperadas, tal vez con algún tipo de peligro para el Tratado de Libre comercio que fue firmado recientemente en Bogotá conjuntamente con la Unión Europea.

El único movimiento visible por parte de Colombia es la reunión de sus diplomáticos, hasta definir la política de Uribe para enfrentar las acusaciones.

Colombia admite de manera no oficial, “algunas”, escuchas y seguimientos bajo la excusa del control de narcotraficantes, pero ese argumento no parece consistente con la amplitud del operativo y sobre todo porque su lucha interna no puede incluir países vecinos sin su consentimiento.

Sin embargo las susceptibilidades despiertan indignación, ya que los eurodiputados a los que espía, son de posturas ideológicas encontradas con ese país.

Públicamente declaran que los datos recopilados de esas personas son de fuente pública y que la DAS lo que hace es analizar datos públicos que afectan los intereses de su Estado.

Ninguna excusa es aceptable para la comunidad Europea y ya se analizan las sanciones.

Recordemos que Colombia está en falta grave con Ecuador por el ataque del ejército colombiano, en 2008, a un campamento asentado en la frontera, del lado de Ecuador, que está costando una lenta recuperación por los medios diplomáticos de la relación entre ambos países.

Creo que el mundo debe saber esto, nos enteramos de algo superficial, quién sabe qué más realiza ese país de forma delictiva.