La mitad de los heridos en el terremoto, son niños. Vi que hay familias anotándose para la adopción de niños, la cantidad de 110.000 debería perturbarnos, toda una generación desvastada, en casos como esto se debe decir que la generación que debe tomar la posta en la construcción del futuro, no existe o quedará fuera del país.

En esta emergencia los pediatras son los protagonistas, los requerimientos de los niños son diferentes al de adultos y urgentes.

Es trágica también la cantidad de niños huérfanos, a los cuales la secuela de este horror no se borrará.

También hay que destacar que el 35% de la población de Haití, antes del terremoto era de menos de 15 años, es una cifra extraña que habla de un país que no tiene los problemas de los países de Europa en donde la tasa de natalidad es baja y va retrocediendo.

De alguna manera en los países con pocos recursos no se ha detenido en el problema de conciencia social o económica que impera en otros países.

Las lesiones por aplastamiento, además dejan secuelas físicas imponderable, en la edad de crecimiento este tipo de trauma es severo.

Es loable la cantidad de familias que se han ofrecido a cuidar, adoptar y hacerse cargo de los niños, pero no dejo de pensar que se está sacando del país su mejor recurso: el género humano.

Ojalá se pueda reponer pronto el país, y con planeamiento adecuado a las condiciones geográficas, para prevenir futuros problemas del mismo tipo.

A mi me conmueve mucho todo lo que está pasando en el tema de desastres, aún no conocemos la información completa del desastre en Perú.

Es como si la tierra se estuviera sacudiendo para sacarnos de encima.

Me pregunto en cuántos seremos culpables de lo que está pasando, estos movimientos, a la vez, en diferentes puntos no deben ser casualidad.