Pero su riqueza cultural enamora a los turistas que se adentran en sus calles a descubrirlas un poco más a fondo. Por eso Valencia es la opción idónea para un city-break, un par de días de vacaciones, o un puente en cualquier época del año.

Unas temperaturas suaves todo el año, muchas horas de sol incluso en invierno y clima agradable en general hacen de esta ciudad el lugar idóneo para alquilar apartamentos vacaciones en Valencia. Sin duda, no te aburrirás, pues la oferta de ocio y cultural es muy amplia. Empezando por conocer el casco antiguo de la ciudad dónde encontrarás ambas caras de una misma moneda. El antiguo edificio del Antiguo Hospital que data al menos de la Edad Media es ahora sede de la Biblioteca Provincial. Muy cerca de este edificio encontrarás el Museo del Colegio Arte Mayor de la Seda, gremio que gozó del favoritismo de Carlos II que lo convirtió en Colegio Mayor en 1686. En él podrás ver todo tipo de manufacturas hechas con seda así como conocer la historia del gremio en Valencia.

Siguiendo la ruta por la parte más histórica de la ciudad de Valencia llegamos al barrio del Carmen dónde te encontrarás el portal de la Valldigna. Parada cultural e histórica obligada si te decides por alojarte en alguno de los alquileres en Valencia. Este portal es del año 1400, y separaba la ciudad cristiana de la morería de valencia. También monumentos históricos, aún más llamativos son las Torres de Quart y de Serranos, que indican muy claramente por dónde discurría la muralla que protegía la ciudad en el siglo XV.

Con la puesta de sol, este barrio antiguo se transforma, sus sinuosas calles se llenan de luces de colores, los restaurantes y bares abren sus persianas, la gente empieza a crear un poco más de bullicio. El Barrio del Carmen revive de noche, mientras que durante el día permanece aletargada, como simple paisaje histórico de la ciudad. La vida nocturna de este barrio destaca por los restaurantes de cocina de autor. En él puedes probar todo tipo de gastronomías de todo el mundo: sushi, tapas, hamburguesas, comida italiana, etc.

Después de una cena así de original, no queda otra opción que volver a pasearse por sus calles y redescubrir este barrio de noche. Tomarse una copa o dos y echarse unos bailes en los distintos clubs de la zona. Bares cinéfilos, locales de jazz, de música  rock, de música independiente y algún que otro concierto. Una ciudad llena de vida, llena de historia, cultura y diversión. ¡No tendrás ni un momento para aburrirte!