En el Centro Cultural San Martín se está desarrollando el encuentro de escritores bajo la consigna de un tema, ya tradicional en Argentina, la novela negra, la novela policial o más comúnmente el policial negro, BAN –Buenos Aires Negra-
Esta iniciativa está incentivada por los festivales que ya tratan el tema en otros países, Espala, Alemania, Reino Unido; de esta manera, y con su primera edición la BAN Argentina se presenta al mundo.
Con decenas de países participando, la novedad interesante es que se invitan no solo a escritores, sino a personalidades que pueden aportar al tema, comisarios, ex convictos, ex delincuentes, guardaespaldas, es decir: fuente de la que se nutren este específico género de la literatura.
Estuve en el desarrollo del tema de título, con la consigan de cómo se narra en Argentina el aspecto del policial negro, con la perspectiva del delito en el conurbano.
Los disertadores, Sergio Olguín, Leo Oyola y Reynaldo Sietecase, plantearon una charla amena y esclarecedora, desarrollando el tema según el punto de vista de cada uno y su posición como escritores del tema.
En concepto de Reynaldo Sietecase, en Argentina el material de trabajo literario estaba a punto de hacer su propio camino, ya que el de referencia, el policial negro norteamericano contaba con una materialidad de recursos que no eran apropiados para Argentina; el escritor hacía referencia a los elementos típicos, el investigador probo, la policía torpe, pero con funciones de policía.
Los tres escritores estuvieron de acuerdo que en Argentina, la figura del investigador era poco verosímil, así como la policía como personaje secundario y de allí, se partía a la idea de la reconversión del género, dejando de lado la figura específica del investigador para centrar las tramas en la investigación.
Una idea interesante planteada por Sietecase, fue que el nivel de los delincuentes es el nivel de la sociedad, relató que en su experiencia como periodista a menudo escuchaba decir a jóvenes delincuentes que cometieron un asesinado “sin querer”, quitándole importancia o tomándolo como un accidente, despersonalizándose del hecho y sin que sientan que algo extraordinario como quitarle la vida a alguien vaya a alterarles la vida propia.
Sergio Olguín, expresó que en Argentina, más precisamente con nuestra policía, con la bonaerense, con la cantidad de delitos en los que la policía está involucrada, armar una trama policial, tiene que entramarse en esa realidad, para ser entendible, y a la vez, para que se entienda en otros países, donde se espera que un texto tenga difusión, que hace complejo establecer un diálogo entre la realidad y el género, que a su vez pudiera llegar a interesar a diferentes culturas.
También hizo notar que debido a la falta de una figura de detective creíble, dentro del contexto argentino, los relatos están inclinándose a cubrir el rol del investigador con el del periodista, siendo que es bastante común, ayudado en la actualidad por los medios, que esa profesión permita el conocimiento de aspectos de la trama que en otra profesión sería poco probable.
Leonardo Oyola hizo hincapié en su origen, del oeste conurbano a la ciudad, era el escritor que más conocía el medio que intentaba retratar en sus textos.
Así mismo, los tres escritores indicaron su preocupación por el tratamiento del lenguaje en su función de reponer el ambiente y personajes sobre los que fundan sus obras.
Se comentaron anécdotas de la cocina literaria que tuvieron que enfrentar en algunas de las obras de cada uno, lo que ofreció una charla amena entretenida y muy esclarecedora de las dificultades de escribir policial negro en Argentina.
El público estuvo encantado y hubo preguntas interesantes, de las cuales surgió la sugestiva cuestión sobre uno de los detalles de la diferenciación específica del delito en el conurbano, como espacio divergente de un estilo de delito, y ello fue el olor, detalle distintivo para lo que hay que desplegar un gran arte retórico para transmitir.
En general se estuvo de acuerdo que uno de los aspectos importantes del género es el desarrollo cuidadoso y muy detallista de la verosimilitud, ya sea en el lenguaje, código de los registros del habla, como en la situación geográfica.
Nos quedamos con ganas de más, la dinámica de interacción entre estos escritores hizo del encuentro un espacio ameno y enriquecedor.
En lo personal, el ambiente relajado de las charlas, la informalidad de presentaciones, de situaciones que se suscitan en diferentes momentos, por ejemplo, la inclusión de actores que realizan pequeñas escenas teatrales en medio de las charlas, hacen de estas reuniones una propuesta cultural, lúdica y novedosa.
La intersección entre escritores y los elementos de sus obras, policías, delincuentes y otros, y las breves intrusiones de elementos teatrales que se inmiscuyen en las charlas, son un acierto muy atractivo para el público que se va sumando a la propuesta.
Sergio Olguín, periodista, Director y fundador de “V de Vian”, cofundador de “El amante”, actual jefe de redacción de “La mujer de mi vida”, participó de diversas antologías, sus obras: Los mejores cuentos argentinos(1999), La selección argentina(2000), Cross a la mandíbula (2000), Escritos con sangre(2003). Las griegas (1998),Lanús(2002),Filo (2003), El equipo de los sueños (2004) y Springfield(2007).
Reynaldo Luis Sietecase es periodista gráfico, escritor, locutor, columnista, editor argentino; Algunas obras: Un crimen argentino, Las crónicas del viajero que huye (1994), Pendejos (2007), A cuántos hay que matar (2010), Y las cárceles vuelan (1986), Cierta curiosidad por las tetas (1989), Instrucciones para la noche de bodas (1992), Fiesta rara (1996), Pintura negra (2000), Hay que besarse más (2005).
Leonardo Oyola, Es licenciado en Ciencias de la Información y ejerce como crítico de cine, además de su labor literaria, que comenzó en el año 2003.
Trata fundamentalmente el género policial, y su narrativa se encuentra enmarcada en la cultura popular.
Kriptonita (2011), Gólgota (2008), Chamamé (2007), Siete & el Tigre Harapiento (2005).