El día 28 de febrero, escuché por radio que se convocaba a inscripción para seminarios y talleres en la Blblioteca Nacional. Alcancé a escuchar que la inscripción se extendía hasta el 6 de marzo.
Como no supe si había escuchado bien, ni alcancé a oír la dirección, entré a la página de la Biblioteca, me dirigí a la sección de talleres y seminarios.
El día 29 de febrero, me inscribí en dos de los cursos en los mail que indicaban en esa página.
Ambos, me fueron devueltos con la indicación que la inscripción no había comenzado, que los cursos comenzaban en abril y que por favor reenviara “más delante” la inscripción.
Eso es exacto lo que hice, “más adelante”, el 20 de Marzo. Cual no fue mi sorpresa, cuando indicando en el mismo mail que yo era la misma persona que se inscribió en febrero, ahora, en uno de ellos “no hay cupo”.
El curso es del señor Rubén H. Rios, sobre Filosofía.
El asunto, según el señor Ríos, es que el curso de este año, no es el mismo que el del año pasado y en el momento en que yo revisé el sitio, esa información no estaba renovada.
De nada sirvió que le indicara al señor Ríos que la convocatoria se había lanzado por radio, donde yo la escuché, que la página del sitio, no indicaba fechas de inscripción, y que él mismo me había devuelto mi inscripción, sin indicarme fecha, con un mero “para más adelante”, sin tener la amabilidad de indicarme que el nombre del curso no sería el mismo.
El señor Ríos, sin ninguna consideración rechaza mi inscripción, siendo que al menos hay varios aspectos administrativos que no son posibles de haber sido previstos por mí, y él mismo, no tuvo la amabilidad, sino la obligación, de indicarme un procedimiento correcto que me garantizara la inscripción, y en todo caso informarme sobre que el curso no sería el mismo.
No sé quién tiene razón, porque no espero que el señor se haga cargo de que en el sitio la información no estaba actualizada, pero sí de que envié la inscripción, que él primero rechazó por “temprana” (sin que lo fuera, pues ni en el sitio no se indicaba fecha de inscripción, siendo que en la radio ya convocaban), y luego por “tarde”.
Me parece una falta de consideración y es como una burla, de alguien que evidentemente no se quiso tomar el trabajo de informarme en un momento, o tan siquiera tener pendiente la inscripción, y luego con un desplante, no sólo negar el mail enviado, el cual le reenvié como recordatorio, pues tengo copia, sino luego deshacerse del problema negándolo.
No sé, no está bien mi enojo, probablemente, pero que un señor, profesor de Filosofía, actúe como un funcionario del estado, de los que atienden trámites en forma mecánica y se deshacen de los imponderables transfiriendo a otros el problema que sus actos generan, es bastante descepcionante, no sólo como persona, sino por el organismo "cultural" que representa.
Sé que esta nota no servirá de nada, pero al menos me doy en gusto de comentar el rechazo que me produjo el accionar de esa persona.
Consuelo: menos mal que te enteraste antes...mejor temprano que tarde.
Es desagradable ir a un curso y que te descepciones durante. Es lo que me pasó a mi con algunos de estos cursos gratis. En mi caso fue los de educación no formal de las escuelas.
Mejor no cuento la experiencia, que fue nefasta. Hay gente que cree que porque no cobra un curso tiene derecho al mal trato con los alumnos.
Si ese tipo te trató así por mail, imagino que el curso no será bueno. Si no se respeta a sí mismo con su organización administrativa, lo que será ese curso...