Una de las forma literarias más comunes de constituir un personaje ficticio, en literatura, es el Sinécdoque, consiste en la representación de una parte física de la persona o una caracterización respecto a una manía o acto repetitivo de la persona, o incluso acciones comunes del habla que lo describe o pretende hacerlo.
Es un tropo. El tropo a su vez es un vocablo que describe a otro, que consiste en revelar que la palabra a la que se hace referencia es palabra inapropiada, no por lo errada, sino por lo insuficiente, y expresa un concepto.
Cuando se dice que algo es sinécdoque de un concepto y que esa sinécdoque es un tropo, se está indicando que lo representado se presenta descripto por una palabra y que esa palabra es un concepto de reducción de lo representado.
Ejemplos de sinécdoques, con al frase: “Hay que pasar el invierno”, se refiere a que hay que pasar el año.
Es un movimiento de reemplazar la parte por el todo.
Otro ejemplo podría ser: “goteaba un caño y tuve que romper la casa”, refiriéndose a la reparación, es el todo, “la casa”, por la parte, “la pared”.
En la frase: “El oro del cine”, refiriéndose al Oscar, reemplaza la materia por el símbolo, “la perla de los dientes”, reemplaza lo abstracto por lo concreto, y así hay otras sustituciones, singular por el plural, la especie por el género, el nombre común por el propio, y al revés, el género por la especie, el nombre propio por el común.
La sinécdoque, lo que hace es alterar de algún modo la significación de la palabra, para designar un todo nombrando una parte, aunque sus usos son variados.
Hay sinécdoques famosas, utilizadas por autores importantes que se han transformado en palabras sustantivos para establecer un concepto o definir una persona.
Valga este artículo en homenaje a estos personajes que siendo presentados por sus autores como sinécdoques, cobran vida conforme a su transformación en un nombre propio y que por la fuerza narrativa de sus autores, se vuelven representación en el mundo real de personas que se ven reflejadas en ellos.
Uno de estos personajes es Juntacadáveres, protagonista de la novela de Onetti con el mismo nombre.
Juntacadáveres, es habitante de Santa María, ciudad mítica creada por Onetti, Larsen de nombre, un cafisho del pueblo, cuyo apodo se debe a que vive de explotar putas viejas.
El gesto retórico es la elección de una palabra que especifica partes del cuerpo en referencia a un todo: las putas viejas. La correspondencia entre la sinécdoque: Juntacadáveres, con carne, huesos, vejez, putrefacción; la parte por el todo.
Onetti no se queda con el simple resultado de la sinécdoque, sino que atrapa la atención en descripciones detalladas que fortalece la imagen: “hinchadas, peludas, pecosas, casi sin uñas, con las venas salientes en el dorso”, describiendo las manos de una de las putas.
A Onetti siempre se lo ha acusado de no tener piedad, de no permitir la construcción de otra armonía más que la que él propone y es tan fuerte el resultado que la creación de Juntacadáveres es ya tan inmortal como su autor.
Otro autor, Saer, aporta con un ejemplo de sinécdoque, el Matemático, que aparece en la novela “Glosa”, es ya un personaje tan importante que no es difícil encontrar entre los amantes de este escritor la referencia al Matemático, como una manera de configurar una personalidad, una forma de pensamiento y hasta la situación del Matemático conversando con el Leto, sobre cuestiones que revelan el modo de construcción del propio personaje en un texto que explicita sus propias condiciones de producción.
Ya con el nombre de la novela, “Glosa”, la polisemia es manifiesta, en un caso: como comentario, interpretación o explicación de un texto oscuro o poco inteligible; o musicalmente hablando: una variación de notas que se repiten dentro de una ejecución, ambas definiciones se “ejecutan” en los dos sentidos por el Leto y el Matemático, que caminan por siete cuadras, conversando y confeccionando un recorrido, la geometría de sus vidas.
El movimiento errático y despreocupado se presenta como una metonimia del sentido narrativo, del sentido de los personajes y de la fugacidad de la apreciación de estos personajes del mundo. La forma que el lector tiene al alcance como interpretación, involucra el uso de la Sinécdoque, como agente de intervención, en la forma en que el Matemático presenta su modo de percibir.
Este autor, especialmente en esa novela, establece un diálogo con Borges, "Glosa" comienza con las siguientes líneas:
Es, si se quiere, octubre, octubre o noviembre, del sesenta o del sesenta y uno, octubre tal vez, el catorce o el dieciséis, o el veintidós o el veintitrés tal vez, el veintitrés de octubre de mil novecientos sesenta y uno pongamos - qué mas da …
La reelaboración del segundo párrafo de “Tema del traidor y el héroe” de Borges:
La acción transcurre en un país oprimido y tenaz: Polonia, Irlanda, la república de Venecia, algún estado sudamericano o balcánico…Ha transcurrido, mejor dicho, pues aunque el narrador es contemporáneo, la historia referida por él ocurrió al promediar o al empezar el siglo XIX. Digamos (para comodidad narrativa) Irlanda; digamos…
Para ambos autores, Onetti y Saer, el uso del recurso ha resultado en personajes inolvidables.
En estos ejemplos, se ve cómo el recurso se explora en cada escritor de diferente manera, y con ese gesto, suministran el tejido del sentido y el despliegue de una narrativa rica y heterogénea que con recursos comunes cuentan con una función textual diversa, que no deja de establecer a su vez un diálogo entre sí.
Quería por esta vez, homenajear a los personajes y no a sus autores.