Entre las propuestas de poesía experimental, tal como comenté en los artículos sobre poesía fractal, o poesía experimental, hay fronteras que intentan ampliarse, en tanto se busca nombre o forma de referirse a determinadas propuestas dentro de un género, aparece instantáneamente la idea de romper con el molde.
Tal es la acción propia del arte, el intentar imponer proyectos creativos por encima de cualquier clasificación.
En esa dirección, la poésía, como lenguaje cifrado, enfrenta todo tipo de sistema filosófico, aún el que intenta confinarlo a un molde estético determinado.
Sin embargo, la crítica de los modelos o dispositivos de la poética y la propia poesía, funcionan como dipolos magnéticos: se atraen y se repelen, no pueden vivir el uno sin el otro.
La vanguardias del siglo actual nos someten a ofertas que ponen en juego un orden en la búsqueda de la deconstrucción del lenguaje, la desarticulación racional de los montajes que revela una escritura y sus posibles lecturas, las que el autor propone, las que el lector descubre.
Aunque algunos son propensos a disentir entre lo que el autor quiso decir y lo que las lecturas interpretan, la letra escrita circula con la palabra, independizada del autor y sus intenciones.
En esa declaración de autonomía, la palabra, el signo, sustituye muchas veces la intención por la acción de un texto.
La comunicación verbal se desarrolla entre múltiples traslaciones del sentido, aumentando su esencia, y enriqueciendo discursos.
Los elementos de la palabra, el signo, el significante, el significado, es el fundamento de que el sentido se construye, a la que se le agrega la naturaleza fónica de la palabra, el sonido, e incluso el dibujo visual, como se mostró en el artículos sobre poesía fractal, donde el sentido del texto está evidentemente sujeto a la morfología elegida para expresarlo.
La representación lingüística es compleja y el significado, debido a ello, es a veces, imprevisible.
De ahí que el lenguaje cifrado, la poesía, asalta a su propio autor, siendo que él mismo suele expresar que escribió “bajo estado poético”, o expresión parecida, a veces sin poder precisar el origen de la concepción poética.
En la actualidad, la realidad, la comunicación, las relaciones sociales de sitios en Internet que se basan en la palabra, pone en relevancia el hecho de que los discursos son mayormente ambiguos, en muchos casos hasta la grafía o mecanismos gramaticales atentan contra el sentido, por lo que las garantías del lenguaje como instrumento para alcanzar el sentido de las cosas y dar cuenta de los acontecimiento se encuentran en permanente cuestionamiento.
La poesía, no escapa a los sistemas de valores representativos, o referenciales, aunque es justo el límite que siempre intentan empujar los talentos creativos de los poetas, que concientes del valor literario de sus propuestas intentan organizar el discurso poético hasta revertirlo en la transcendental estético que lo reconoce como producto artístico.
La materialidad disponible es inmensa: videos, letras especiales, visualización bidimensional o tridimensional, el color, la forma, el sonido, medios que ya contienen intrínsecamente sus propio bagaje poético, de este modo prolifera la poetización de los medios, una codificación transformable, voluble, que trabaja con el espacio, ideas, la permutación de elementos, lo virtual, la disponibilidad tecnológica, sonido, caligrafía, todo eso nutre la nueva escritura, con que se nutre la videopoesía o la fotopoesía, combinaciones y variantes de un lenguaje que se encuentra en su apogeo con las nuevas tecnologías.
Ya con la poesía fractal, se rompe la estructura de la lectura convencional como formadora del sentido, actualmente se pueden incorporar muchos elementos, la hipervinculación, la estructura multidimensional de la red, collage de diversos medios tecnológicos.
Esta es una propuesta personal de texto en donde la poesía se desarrolla en forma espacial, el ingreso al sentido se ve intervenido por la conformación espacial.
La idea de la continuidad se amplía entre las dos dimensiones, el arriba y el abajo, la intervención de las aristas y vértice.
Creo que la tecnología presenta modelos estructurales muy interesantes que aportan a la diseminación del sentido, materiales de gran proyección y es un campo de proliferación del arte en formas aún por descubrir.